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febrero 11, 2021

En Cúcuta continúa la violencia basada en el género


El proyecto Cosas de Mujeres identifica formas de mejorar el acceso de las mujeres a los servicios que responden y previenen la violencia basada en el género.

Esta columna fue escrita por Ladysmith en conversación con La Corporación Mujer, Denuncia y Muévete, una organización de base con sede en Cúcuta.

Un jueves, a última hora de la tarde, recibimos una llamada de una mujer en el hospital Erasmo Meoz de Cúcuta. Deisy* estaba en urgencias tras haber sido atacada por su pareja con un machete. Le habían partido la mitad de la mano. Necesitará cinco cirugías y los médicos no confían en que recupere la función de la mano.

El domingo siguiente, por la noche, Eliana se acercó a una de nuestras gestoras comunitarias después de haber hecho una presentación sobre la violencia de género. Su pareja la había golpeado con un martillo y le había quemado toda la ropa. Ella y sus hijos estaban escondidos en la casa improvisada de un amigo, construida con trozos de madera y lonas. Eliana reveló que estaba aterrorizada de que él viniera a matarla a ella y a sus hijos.

Deisy y Eliana son migrantes venezolanas que viven en las afueras de Cúcuta, ciudad fronteriza con Venezuela. Ninguna de las dos tiene un empleo formal ni acceso a protecciones sociales como la asistencia social o las transferencias de dinero. Ambas tienen hijos que necesitan comida, ropa y material escolar. Y cuando estaban en grave peligro, ambas se enfrentaron a barreras al intentar acceder a los servicios que responden a la violencia basada en género (VBG).

Un panorama de violencia basada en género en Cúcuta

En los últimos días, los medios de comunicación internacionales han informado del aumento de los índices de feminicidio en Colombia, que los activistas del país atribuyen a la impunidad, a la falta de respuesta de las autoridades y a una cultura machista generalizada.

En Ladysmith podemos dimensionar un panorama de la VBG en Cúcuta utilizando los datos que recogemos a través de una plataforma de información llamada “Cosas de Mujeres”. Por ejemplo, cuando la pandemia llegó a Colombia, pudimos evidenciar cómo el acceso de las mujeres a los servicios esenciales de VBG se redujo o se cerró justo en el momento en que los índices de violencia aumentaban con los encierros.

Las cuarentenas más estrictas de Colombia han terminado por ahora. Sin embargo, nuestras compañeras feministas en Cúcuta – la Corporación Mujer, Denuncia y Muévete – están cada vez más preocupadas por el aumento de la violencia contra las mujeres y las niñas en las comunidades donde trabajan.

Entre el 1 de septiembre y el 30 de noviembre, intercambiamos aproximadamente 3.900 mensajes a través de la plataforma Cosas de Mujeres con mujeres colombianas, venezolanas y retornadas que viven en Cúcuta. Entre estas interacciones, identificamos 117 casos de violencia, incluyendo violencia física, sexual, psicológica y económica, así como abusos en hospitales.

Por ejemplo, nos enteramos de que las mujeres que ejercen la prostitución denuncian un aumento de la violencia. En un caso, una mujer fue apuñalada cuando un cliente intentó robarle el dinero.

También supimos que la pandemia no es la única preocupación de las mujeres; las inundaciones invernales hicieron que las mujeres que vivían en barrios precarios perdieran sus casas y todas sus posesiones, poniéndolas en una situación en la que no podían abandonar situaciones potencialmente violentas.

Por último, nos enteramos de que, incluso cuando las mujeres denuncian incidentes de violencia a las autoridades, a veces no hay seguimiento en los canales oficiales, lo que deja a las mujeres vulnerables a la violencia continua. Por ejemplo, Eliana nos contó que había denunciado su situación a la policía, pero que ésta no acudió a su barrio aislado en la ladera de una colina, al que no se puede acceder en coche.

¿Cómo superar las barreras de acceso a los servicios de VBG?

Utilizamos los datos recogidos a través de la plataforma Cosas de Mujeres para elaborar informes que compartimos con los proveedores de servicios. Al crear este circuito de retroalimentación, esperamos que modifiquen su oferta de servicios para reflejar y responder mejor a las realidades de las mujeres que viven en situaciones de violencia.

El Informe de Datos de Género nº 3 identifica cuatro “peticiones” en las que creemos que la comunidad internacional, las instituciones estatales y las organizaciones de base podrían trabajar juntas para atender mejor las necesidades de las mujeres que viven en Cúcuta y superar las barreras que actualmente encuentran para acceder a los servicios vitales de la VBG:

  • Seguir ampliando las protecciones sociales, incluidas las transferencias monetarias incondicionales para las mujeres, independientemente de su situación migratoria.
  • Combinar la ayuda de emergencia con estrategias a largo plazo para promover los medios de vida económicos de las mujeres. Por ejemplo, Corprodinco está proporcionando de forma selectiva a las mujeres que han pasado por su refugio de emergencia un capital inicial para iniciar pequeños negocios.
  • Garantizar que los empleados de cara al público estén incluidos en los eventos de formación sobre sensibilidad de género. Cuando nuestras contrapartes feministas llevan a cabo capacitaciones con la Policía, la Fiscalía, las Autoridades de Salud u otras instituciones públicas, suelen involucrar a empleados de nivel medio que no siempre son los que interactúan con los usuarios de los servicios públicos.
  • Mejorar la coordinación entre las instituciones estatales y la cooperación internacional. Una mayor comunicación y colaboración podría facilitar estrategias y acciones complementarias para ampliar el acceso de las mujeres a los servicios de prevención y respuesta a la VBG.

Deisy y Eliana ya conocían el proyecto Cosas de Mujeres. Han asistido a charlas ofrecidas por nuestras trabajadoras sociales, han puesto las huellas de sus manos en el mural solidario que pintamos en la propia frontera y han apoyado a otras mujeres de sus barrios para que accedan a nuestra línea de atención telefónica cuando necesitan información.

Afortunadamente, gracias al apoyo de nuestra red de lideresas y de la Corporación, ellas y sus hijos están ahora en un lugar seguro. Al menos por el momento.

Sin embargo, para ponerlas a salvo ha sido necesario presionar a diversos actores estatales e internacionales para que colaboren en su protección.

Dado que la violencia sigue aumentando en todo el país, incluida Cúcuta, esperamos que las organizaciones estatales e internacionales tomen medidas a partir de los datos de género que seguimos recopilando a través de nuestra plataforma Cosas de Mujeres, colaborando para superar las barreras a las que se enfrentan las mujeres a la hora de acceder a los servicios de violencia de género. Hasta que esto ocurra, la vida de las mujeres seguirá estando en peligro.


*Nota: en esta columna utilizamos seudónimos para proteger la privacidad y la seguridad de las mujeres.

FUENTE: LA SILLA VACÍA


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