Ya todo está listo para que los habitantes de la capital puedan visitar la Casa por la Paz, de 11:00 a.m. a 6:00 p.m., donde habrá 15 proyectos de excombatientes y, por primera vez, de víctimas del conflicto armado. Café, ropa, miel, cervezas son algunos de los productos que podrán adquirir.

Rigo Marulanda, exguerrilero de las Farc en proceso de reincorporación en el Espacio Territorial Mariana Páez en Mesetas (Meta), está organizando lo necesario para poder viajar a Bogotá. En su maleta llevará todos los empaques de café Marú que le quepan. Se trata del emprendimiento que creó junto con otros 11 excombatientes y con el que le apuestan a la vida civil. Rigo viajará porque lo invitaron al Mercadillo para la Paz, un espacio donde excombatientes y víctimas del conflicto podrán mostrar y vender los resultados de sus proyectos productivos nacidos a raíz del Acuerdo de Paz.

Además de café, este 19 de diciembre, en la Casa por la Paz, ubicada en la calle 65 #5-67, habrá otros proyectos conocidos, como cerveza La Roja, Memorias Colombia, la marca de ropa Manifiesta, Miel de la Montaña, Café Pushkín, Tejidos Chakana, Café Choqui, JYV Confecciones, Granja para la Paz, Café Marú, entre otros.

El Mercadillo por la Paz nació en julio de este año cuando Rafael Quishe, profesor investigador de la Universidad del Rosario; el colectivo Rosaristas por la Paz, un grupo no institucional de estudiantes y egresados de la Universidad del Rosario interesados en la cultura de paz; la Agencia Cultural Vulpes Clan, y el podcast sobre movilización social Caceroliando decidieron organizar un evento que apoyara a dos de los actores en el conflicto armado colombiano. Por la pandemia, las primeras tres versiones fueron virtuales.

La apuesta por este cuarto encuentro de fin de año ha sido grande, pues por fin podrán hacer el Mercadillo de manera presencial. Para eso, se aliaron con el equipo de excombatientes de la cerveza artesanal La trocha, quienes en octubre pasado inauguraron la Casa por la Paz, en la localidad de Chapinero. Bajo la premisa “Consuma paz, regale paz”, están invitando a los habitantes de la capital para que, de 11 a.m. a 6 p.m., compren sus regalos de Navidad en este lugar.

“Inicialmente solo se pensaba hacer un primer evento y luego nos dimos cuenta de que estos espacios eran necesarios, porque los proyectos productivos necesitaban conectarse con más personas. Así que le apostamos a ser mediadores de esa conexión y de concientizar alrededor de la importancia de la paz”, asegura Yalima Morales, integrante de la Agencia Cultural Vulpes Clan.

Alexander Monroy, integrante del equipo de La Trocha, afirma que se sienten felices de facilitar su espacio para este encuentro y agrega que todos tienen altas expectativas frente a cómo se desarrollará “porque tendremos mucha interacción, si en los virtuales la gente preguntaba y se interesaba esperamos que la gente llegue y se interese por conocer en persona. Será un ejercicio muy interesante y bonito”.

La segunda apuesta para esta versión navideña del Mercadillo es la participación de las víctimas de conflicto, quienes no se habían podido vincular en versiones anteriores. La idea es que ellas también tengan un espacio y puedan vender sus productos. Uno de los emprendimientos es Memorias Colombia, un proyecto que agrupa varias ideas de negocio que van desde alimentos hasta tapabocas.

Paola Carvajal, integrante de esta iniciativa, señala que llevará ocho emprendimientos, de los cuales siete son de víctimas y uno de excombatientes. “A pesar de haber vivido la guerra y el dolor, nos atrevemos a emprender, a reconstruir a partir de nuestras manos, porque cada producto que llevaremos es arte y contiene historia. Con estos espacios podemos reconocernos desde la humanidad y hablar ya no solo desde el pasado doloroso, sino desde el presente que afiance lazos”, dice.

Sumado a eso, Alexander Monroy explica que, para poder recibir a las personas que quieran asistir al Mercadillo, la Casa por la Paz contará con todas las medidas de bioseguridad: “Ya hemos tenido experiencia con el manejo de personas, sabemos que tenemos que estar al día con todos los protocolos, como los chequeos de temperatura, registro de personas, control de la cantidad de personas que estén dentro y el tiempo de las mismas dentro de la casa”.

Ya todo está listo para su apertura. Rigo confiesa que está ansioso, pues aparte de ser la primera vez que lo invitan a este evento para vender su café, será un gran espacio “para que nos conozcan y conozcan nuestra historia, para que la gente escuche lo que hemos vivido para salvaguardar la paz”.

Por su parte, Yalima extiende la invitación: “La construcción de paz no depende sólo del Estado y de los excombatientes, sino también de la sociedad civil involucrada y preocupada. Nosotros con un regalo de una prenda o producto podemos estar apoyando a familias de víctimas o excombatientes que le apuestan a sus emprendimientos. Con cosas como esas, desde la sociedad civil, podemos contribuir a la construcción de paz”.

FUENTE: EL ESPECTADOR