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enero 15, 2018

“Somos cómplices si conocemos un caso de violencia contra la mujer y no lo denunciamos”


SEMANA habló con Martha Ordóñez, consejera presidencial para la Equidad de la Mujer, quien advirtió que en este tipo de procesos no se puede conciliar. “Podemos salvar la dignidad, la salud física y emocional, y la vida de las mujeres víctimas”, precisó.

SEMANA: En los días recientes han salido a la luz pública varias denuncias de violencia contra la mujer, ¿qué sucede?

Martha Ordóñez: En época de vacaciones vemos tensión que termina en violencia contra las mujeres, contra personas con discapacidad y de la tercera edad. Sucede cuando están compartiendo el espacio. Lo que dice Medicina Legal es que esa intolerancia se presenta por el alcohol, uso de sustancias psicoactivas, problemas en la familia por temas económicos y celos. LLevo años trabajando el tema y siempre que he estado cerca a psicólogas o a médicas psiquiatras que trabajan con el tema de violencias contra niñas, adolescentes y mujeres, siempre que se acerca la temporada de Navidad, Año Nuevo y el Día de las Madres, entran en pánico.

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SEMANA: Hablemos de los casos en los que la víctima justifica el actuar del agresor, ya sea por voluntad o porque se vio obligada.

M. O.: La violencia intrafamiliar y contra la mujer no es querellable (no se puede conciliar, ni desistir porque la autoridad competente está obligada a adelantar la investigación). No se puede desistir y que los entes competentes deben avanzar tanto en el sector salud como el de justicia para cumplir con la investigación y poder determinar si hubo o no violencia, si la mujer fue víctima en esa oportunidad o en otras. Lo que hay que analizar realmente es qué es lo que está pasando, por qué lo justifica. Hemos encontrado casos en que los hombres manipulan mucho con el tema de la manutención o les dicen que les van a quitar los hijos, entonces a ellas les da miedo. También las puede asustar enfrentarse a un proceso penal, porque las autoridades requieren muchas pruebas y declaraciones. Es importante la evaluación física y mental que se aporta al proceso y que da Medicina Legal.

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SEMANA: ¿En caso de la mujer no quiera o no pueda denunciar lo puede hacer un tercero?

M. O.: Sí, incluso hay denuncias anónimas y es muy importante que siempre invitemos a las personas del entorno de estas mujeres a que denuncien. A veces la mujer por el estado emocional en el que se encuentra por haber recibido maltrato por mucho tiempo, y no está empoderada de sus derechos, se queda callada y aguanta. En ese caso, los vecinos, familiares, compañeros de trabajo pueden denunciar. Si se tiene conocimiento de que una niña, una adolescente, una mujer adulta o en condiciones de discapacidad está siendo violentada y nosotros lo conocemos, pero si no lo denunciamos estamos siendo cómplices. Cuando denunciamos podemos salvar la dignidad, la salud física y emocional, y lo más importante, salvar la vida de las mujeres víctimas.

SEMANA: Hablemos de los casos de maltrato que se hacen públicos en los medios de comunicación, y en los que a veces al conocerlos la misma sociedad empieza a revictimizar a la mujer.

M. O.: En la época en la que yo trabajaba en los medios, en radio y televisión, hace como 15 años, la verdad cuando se llevaban estos casos al consejo de redacción, algunos con videos, se pensaba que los lectores y en los televidentes que no iban a aguantar este tipo de noticias. Como en el caso de una menor de 14 años que resultaba embarazada, que es absolutamente confirmado que es un delito. Entonces en ese tiempo los medios no cubrían esos casos tanto como se hace ahora. Yo creo que así haya personas que opinan que son demasiado fuertes, debemos conocer la realidad. Lo que deben hacer los medios es manejar bien el tema para que su audiencia no vaya a revictimizar a la víctima o la vaya a estigmatizar. La ley de infancia y adolescencia es clara, no se puede exponer a las víctimas, se debe cubrir la identidad, no mostrar la casa donde vive, ni el colegio donde estudia porque puede ser expuesto a mayores vulneraciones.

SEMANA: ¿En qué edad las mujeres son más violentadas y qué pueden hacer para protegerse?

M. O.: En el tema de violencia intrafamiliar las más afectadas son las niñas, adolescentes y mujeres en los hogares, es un porcentaje alto de más del 80 por ciento. Aunque se promueve tanto la denuncia se habla de que todavía existe un subregistro y que se necesita avanzar más en el tema aunque el marco normativo es robusto, en la política pública tenemos unos Conpes, como el 161 en el que está el plan integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia. Está la línea de atención a las mujeres víctimas que existe hace cuatro años y ha atendido más de un millón de llamadas de todas las violencias: intrafamiliar, de pareja, sexual, psicológica, económica y patrimonial. En el último año hemos recibido muchos casos de acoso sexual en el espacio laboral. La línea es un convenio entre la Presidencia y la Policía, ellos siempre entre su personal capacitado tienen un abogado, un profesional en salud y en cada turno una mujer, porque a veces las víctimas de estas violencias lo que menos quieren es hablar con un hombre sobre el tema.

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SEMANA: ¿Han identificado después de cuántos episodios violentos una mujer pide ayuda o denuncia?

M. O.: Se presentan todos los casos. Hay mujeres que no soportan ser violentadas y al primer mal trato denuncian. En otros casos hay mujeres que se aguantan la agresión, la pareja les promete que van a cambiar y ella está tan enamorada, o es tan dependiente emocionalmente de él, o en verdad le cree, que sigue dándole oportunidades. Resulta que si la persona es incapaz de controlar los impulsos, tiene algún tipo de problemas o sencillamente esa es su forma de comunicarse y de hacer las cosas va a reincidir. Si esa persona no se pone en tratamiento, y no tiene el propósito de controlar sus impulsos y de ser respetuoso con las mujeres, con su pareja o su expareja entonces lo va a volver a hacer.

SEMANA: Se han conocido casos en los que cuando las mujeres van a denunciar y se encuentran con barreras en la autoridades, agravando su situación…

M. O.: A veces las mujeres tocan las puertas de la institucionalidad sin tener éxito. Lo que necesitamos es tener servidores públicos conocedores del marco normativo, que no las revictimicen, que les crean y que les hagan el debido proceso con celeridad. Si lo que necesita es una medida de protección, debe ser sacada del entorno en el que está compartiendo con el presunto agresor, entonces habría que llevarla a una casa refugio para salvaguardar sus derechos y los de sus hijos, hay casos en los que hay una adulta mayor que también recibe maltrato y que se debe proteger. Eso fue lo que nos arrojó el estudio de Tolerancia Social Institucional de la Violencia Contra las Mujeres, con el que encontramos que hay servidores públicos que, por ejemplo, cuando hay mujeres que han sido víctimas de tocamientos, de abuso, les dicen “pero usted iba con esa falda tan corta”, “¿por qué iba por la calle a las nueve de la noche?”, “¿quién la manda a tener esos escotes tan pronunciados?”. En caso de que el hombre sea el proveedor de la casa, o si la mujer gana más poquito, hay casos en los que les dicen que aguanten, o si es el caso de que la golpeó borracho que espere a que se le quite la borrachera.

“Es importante promover campañas de prevención para que los maltratadores sepan que este es un tema que se condena penalmente y que la sociedad lo rechaza”

SEMANA: ¿Cómo va Colombia en el problema de la normalización de la violencia?

M. O.: Hay que seguir trabajando, porque definitivamente esa cultura machista y patriarcal hace mucho daño. También el tema de los estereotipos y el lenguaje lo que hace es naturalizar y perpetuar la violencia contra las mujeres. Sucede al interior de los hogares, desde antes de nacer incluso porque existen maltratos gestacionales. La constante que pasa de generación en generación es la violencia, el irrespeto, la desigualdad, y eso manda un mensaje de que es normal, que así es como se vive y que todo se soluciona a punta de palabrotas, de violencia física. El tema está bastante tergiversado y no estamos logrando avanzar con las nuevas generaciones como deberíamos, por eso la misma Ley 1257 del 2008 contempla que se debe trabajar en nuestro país en esa cátedra de derechos humanos.

SEMANA: Por último, la Defensoría del Pueblo advirtió que hay alerta por mujeres vulnerables en medio del conflicto, aún cuando el acuerdo de paz está en fase de implementación, ¿qué están haciendo al respecto?

M. O.: Estamos haciendo seguimiento a los derechos humanos de las mujeres. Tenemos una alta instancia de mujeres de varias regiones del país le hacen seguimiento al cumplimiento del enfoque de género en los acuerdos. Todos esos temas son llevados a la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (Csivi). Hay otro tema que hay que tener en cuenta es el de las liderezas, las mujeres que fueron víctimas, pero que además las generaciones que las siguieron fueron víctimas de violencia también, tienden a ser revictimizadas. En este caso son llevadas a un espacio muy importante con la Unidad Nacional de Protección que se llama el Cerrem, allí se analiza qué es lo que está pasando, y por qué esas mujeres víctimas en calidad de liderezas se han venido afectando, y evaluar si necesitan un sistema de seguridad.

FUENTE: SEMANA


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