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enero 16, 2023

La violencia armada en el país disminuyó durante la temporada de fin de año


Es el tercer año consecutivo que se logra esa reducción, de acuerdo con un informe del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac). Pese a ello, reincorporados de la extinta guerrilla de las Farc, y líderes sociales y sindicales siguen siendo blanco de los grupos criminales en al menos seis departamentos.

Por tercer año consecutivo se redujo la violencia armada en Colombia durante la temporada de Navidad y Año Nuevo. A esta conclusión llegó el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), organización que realizó el informe que detalla las dinámicas de violencia en Colombia, entre el 23 de diciembre de 2022 y el 11 de enero de 2023. Uno de los grandes avances en materia de seguridad territorial, de acuerdo con el documento, se asocia con la reducción en la cantidad de muertes por parte de grupos armados. Mientras que en las fiestas de fin de año de 2021 hubo 69 asesinatos por esta causa, en las últimas semanas esa cifra se redujo un 36% (representadas en 44 muertes).

Las personas heridas por confrontaciones que involucraron grupos armados también tuvieron una disminución radical. Mientras que en el paso de 2021 a 2022 se presentaron 34 casos, en el fin de año de 2022 hubo seis víctimas.

Si bien, flagelos como el de desplazamiento forzado y confinamiento también tuvieron disminuciones considerables, pasando de 2.900 casos a 2.400 y de 3.000 a 1.600, respectivamente, el crimen de secuestro tuvo un aumento de 30% respecto al año pasado, pasando de siete a 10 casos.

Algunos de los días que entraron en las cuentas del informe del Cerac, alcanzan a cubrir el cese al fuego que anunció el presidente Gustavo Petro el 31 de diciembre -y que iniciaba el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2023- con varios grupos armados como las disidencias de la Segunda Marquetalia y el Estado Mayor Central, las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Clan del Golfo) y las Autodefensas de la Sierra Nevada y el Ejército de Liberación Nacional (Eln). Este último rechazó el cese porque dijo que se debía concertar en la mesa de negociación que adelanta con el Gobierno..

Los eventos violentos registrados

Otra variación que marca el Cerac en su informe respecto al fin de año del 2021 tiene que ver con las acciones violentas que no fueron atribuidas a un grupo armado en específico, es decir, cuya autoría material e intelectual se desconoce dentro de los registros de las autoridades. Mientras que el año pasado hubo 16 de estos casos, en la última Navidad hubo cinco.

Hay otra claridad importante dentro del documento del grupo de investigación: además de las acciones atribuidas a grupos no identificados y a grupos armados del conflicto armado, en los eventos violentos en este final de año también fueron incluidos grupos de crimen organizado como los Rastrojos Costeños- en Malambo, Atlántico- o los Caparrapos (responsables de 13 hechos de violencia) y escenarios de violencia política (donde hubo 10 acciones de este tipo dirigidas a líderes de Juntas de Acción Comunal (JAC) en Antioquia, Bolívar, Cauca, Nariño, Putumayo, Quindío, Tolima y Valle).

En este periodo de observación del Cerac, los departamentos con mayores hechos de violencia fueron Cauca, con 11 casos; Valle, con 5, y Meta y Norte de Santander, ambos con 4 casos. Entre todos representaron el 56% de la actividad violenta en Colombia durante el final del año, teniendo a las acciones de grupos no identificados (14) y a la violencia ejercida por las estructuras disidentes de las Farc (10) como las más recurrentes.

Firmantes de paz y líderes sociales, víctimas que siguen siendo recurrentes

Desde el 23 de diciembre de 2022 al 11 de enero de 2023 hubo cinco atentados contra reincorporados de las extintas Farc en Bolívar, Caquetá, Cauca, Meta y Valle, que dejaron a tres personas de esta población asesinadas.

Si bien se desconoce aún la plena autoría de estos crímenes, el Cerac le dedicó un apartado a las dinámicas de las disidencias de las Farc, como estructura dentro del conflicto con más hechos violentos. A este grupo criminal se le atribuyeron en el periodo de observación presencia en 9 combates y participación directa en otras 9 acciones ofensivas, en Cauca, Valle, Antioquia, Bolívar, Nariño y Norte de Santander. Las disidencias también secuestraron en esas semanas a cinco miembros de la fuerza pública, pero cuatro de ellos ya fueron liberados. Pese a ello, según el informe el ccionar violento de las disidencias disminuyó un 47% respecto al año pasado (de 17 a nueve casos).

Los líderes sindicales y de JAC tampoco han dejado de ser perseguidos y asesinados en las regiones del país. A lo largo de las tres semanas de estudio del Cerac, fueron blanco de 10 acciones de violencia política, en los que fueron asesinadas dos personas, seis más fueron amenazadas y hubo un desplazamiento forzado. El año con mayores muertes en acciones de violencia política en el país desde 2012 es 2020, periodo que dejó 230 asesinatos por esta circunstancia.

El Eln, único grupo armado al margen de la ley que está sentado en una mesa de negociación de paz con el Gobierno Nacional no protagonizó ningún ataque armado a alguna población en el país durante el fin del año, como ya es común por sus ceses unilaterales al fuego que año a año vienen haciendo durante esa época del año.

Sin embargo, esta guerrilla si estuvo presente en dos combates con estructuras de las disidencias de las Farc, uno de las cuales se presentó el pasado 11 de enero en el departamento de Arauca, que dejó un saldo de 11 fallecidos (10 disidentes y un eleno); además de una confrontación armada en el Valle que obligó a 2.400 personas a desplazarse de sus hogares y a 1.600 más a confinarse.

En la última década, 2016 sigue siendo el año con mayores acciones ofensivas de la guerrilla del Eln. En ese periodo se les atribuyeron 215 episodios violentos con responsabilidad directa a sus filas.

Otros análisis recientes del Cerac

En la primera semana de 2023, el Cerac monitoreó el cese al fuego unilateral del Eln en el periodo de fin de año y llegó a la conclusión, de acuerdo con un diálogo con este medio, de que esta guerrilla está en un punto de madurez para aceptar un cese completo, a pesar de que las declaraciones de cese multilateral no pactado que anunció el presidente Gustavo Petro el pasado 31 de diciembre no fue visto con buenos ojos por el Estado Mayor de ese grupo armado ilegal.

A su turno, Jorge Restrepo, director del Cerac, aseguró que el hecho de que el Eln diera muestras genuinas de paz, con el cese parcial de hostilidades en los territorios en los que tiene incidencia, “servirá de ejemplo para otros grupos armados que quieran dialogar con el Estado para someterse a la justicia o encontrar consensos que terminen con su violencia”.

Sin embargo, como anunciaron en ese análisis y en el documento de reporte de acciones armadas generales en el fin del año, el llamado del Cerac es a no confiar ni permitir acciones negligentes o beligerantes que afecten los avances que se están dando hacia la paz.

Hay pasos de gigante, pero la violencia armada sigue siendo una constante en decenas de territorios en Colombia. Un buen ejemplo es lo que pasa en Chocó con el Eln, según Jorge Restrepo: “En el Calima y el bajo San Juan (Chocó) siguen los enfrentamientos entre el Eln, las disidencias y las Agc. En muchos casos, como ha sido comprobado, el Eln ha tenido que adelantar campañas y operaciones defensivas. Y si aún en medio de eso se decidió cesar el fuego, ya habla de un mejoramiento en su estructura interna, en sus intenciones de aceptar la paz como una opción que no es lejana

FUENTE: EL ESPECTADOR


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