Janez Lenarčič visitó Colombia para conocer de primera mano la crisis migratoria en el Darién y la situación humanitaria en el Chocó, que le preocupan especialmente a la Unión Europea. En esta entrevista habla de lo que encontró y de las perspectivas de paz del Gobierno Petro.

Las fotos eran desgarradoras. Madres y padres con sus hijos a cuestas y su vida empacada a las espaldas. Envueltos en barro hasta los hombros, hundidos en el fango. Decenas de niños y niñas. Centenares de migrantes arriesgando la vida cruzando un paso mortal entre Colombia y Panamá: la selva del Darién. Las fotos tomadas por Federico Ríos aparecieron hace unos días en la primera página del New York Times y retrataron el drama humanitario detrás de esa crisis migratoria de quienes cruzan el continente para llegar hasta el norte.

La crisis en el Darién preocupa a Gobiernos de la región, pero también del mundo. Janez Lenarčič es el comisario de la Unión Europea para la Gestión de Crisis y ayuda humanitaria y recientemente visitó Colombia para conocer de primera mano la situación en el Darién y en el departamento de Chocó, y reiterar el apoyo de esa instancia internacional con la situación humanitaria en Colombia. En su visita, en la que se reunió con la vicepresidenta Francia Márquez, anunció 34 millones de euros más para ayuda humanitaria, en particular para los migrantes y las víctimas de desplazamiento forzado y confinamiento. En esta entrevista, habla de lo que encontró en su visita y de las perspectivas de paz del Gobierno de Gustavo Petro.

¿Por qué priorizó el Chocó y la región del Darién durante su visita?

El Darién está siendo testigo de un número récord de cruce de migrantes, incluso significativamente mayor estas últimas semanas, y es una de las rutas más traicioneras de América Latina y el Caribe. Las personas caminan durante días, expuestas a la violencia perpetrada por grupos criminales, al clima extremo y a las enfermedades, llegando al lado de Panamá en condiciones terribles. Como Comisario para la Gestión de Crisis, es importante para mí ser testigo de la situación de primera mano y dialogar con nuestros socios en Colombia y Panamá, así como con los agentes humanitarios en el terreno, para discutir la mejor manera de avanzar. La Unión Europea lleva financiando proyectos humanitarios en el Chocó desde hace más de 25 años. Es uno de los departamentos donde la violencia sigue afectando tanto a las comunidades indígenas como a las afrodescendientes y para mí es importante escuchar sus voces, entender mejor sus necesidades humanitarias para comprender qué hay que hacer para seguir apoyando a las y los más vulnerables.

En las dos regiones que visitó hay presencia de grupos armados como el ELN, disidencias de Las FARC, entre otros. ¿Cómo ha visto los diálogos que el gobierno de Gustavo Petro ha abierto con varias de estas estructuras armadas?

Puedo decir que, en general, la Unión Europea apoya el diálogo como medio para explorar soluciones diplomáticas en todo el mundo. Elogiamos la reanudación de las conversaciones de paz, una decisión que ya ha dado resultados positivos. Se trata de un hito importante hacia la paz y la estabilidad duraderas en toda Colombia tras el histórico Acuerdo Final de Paz de 2016. De hecho, la Unión Europea siempre ha sido una firme defensora del proceso de construcción de la paz en Colombia –a todos los niveles – y seguirá apoyándolo.

Chocó es una región con varios tipos de dificultades y necesidades. ¿Cuáles son las prioridades de la ayuda humanitaria de la Unión Europea?

Estamos trabajando en el Chocó con varios socios humanitarios como la Cruz Roja y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, y nos centramos principalmente en proporcionar asistencia humanitaria a quienes están sufriendo las consecuencias del conflicto armado. Chocó está siendo testigo del desplazamiento forzado y del confinamiento, y esto está dificultando el acceso de la población a servicios básicos como la salud, el agua, la higiene, el saneamiento y la educación, por nombrar algunos. Adaptamos nuestra intervención en función de las necesidades individuales en la medida de lo posible, especialmente cuando se trata de ayudar a las mujeres, niños y niñas, que se ven afectados de forma desproporcionada por el conflicto.

La Unión Europea felicitó al gobierno de Iván Duque en 2021 por la decisión de regularizar a los migrantes venezolanos. ¿Cómo ha visto el tema de los migrantes y refugiados en estos dos meses de Gobierno de Petro?

El nuevo gobierno ha mostrado claramente la voluntad de seguir garantizando su apoyo a las y los venezolanos vulnerables presentes en el país. La Unión Europea acoge con satisfacción el compromiso positivo de seguir dando acceso legal a las y los migrantes y refugiados venezolanos para que puedan disfrutar de un proceso de integración más fácil en la sociedad y evitar la marginación. La Unión Europea seguirá apoyando a sus socios humanitarios en Colombia para que presten apoyo a las personas venezolanas más vulnerables.

En el Chocó y en la región del Darién hay una especial afectación y violencia contra las mujeres, los niños y los adolescentes. ¿La ayuda ofrecida por la UE tiene un enfoque diferencial con esta población? ¿Cuál?

Una vez más, adaptamos el apoyo humanitario a las necesidades individuales en la medida de lo posible. Las mujeres, las niñas y los niños se ven desproporcionadamente afectados por el conflicto, por lo que apoyamos firmemente los proyectos humanitarios destinados a prevenir el reclutamiento forzoso de niños, la educación y la protección de los menores y los programas de protección especial para las mujeres. La ayuda humanitaria de la Unión Europea también tiene en cuenta el componente étnico a la hora de prestar asistencia humanitaria. Las comunidades indígenas y afrodescendientes se encuentran entre las más afectadas y nuestros socios implementan estrategias específicas para atender sus necesidades. Algunas comunidades indígenas del Chocó fueron desplazadas a la fuerza por el conflicto, tuvieron que asentarse y reconstruir sus pueblos desde cero. Para ofrecerles un mejor servicio sanitario, nuestros socios han construido asentamientos provisionales financiados por la Unión Europea que pueden albergar equipos médicos móviles temporales.

Por la pandemia de Covid-19, las solicitudes de ayuda humanitaria aumentaron en el mundo y la Unión Europea no pudo cubrirlas todas. ¿Existe ahora financiación para afrontar algunos de los problemas en América Latina?

América Latina ha sido una de las regiones más afectadas del mundo. Desde el comienzo de la pandemia, pedimos a todos nuestros socios humanitarios que adaptaran o reestructuraran el presupuesto que ya estaban ejecutando para apoyar a las personas más vulnerables que no tenían acceso ni siquiera al mecanismo de protección más básico. Ahora que la COVID-19 ha entrado en una fase nueva y prolongada, hemos pedido a todos nuestros socios humanitarios que incluyan en sus proyectos intervenciones sanitarias específicas.

Europa también está ocupada con la guerra entre Ucrania y Rusia. ¿Existe un interés y una agenda de la Unión Europea para la gestión de las crisis humanitarias en América Latina?

Aunque ciertamente consideramos que el apoyo al pueblo ucraniano es una prioridad, somos muy conscientes de que esto no debe restar recursos para apoyar a las personas vulnerables que sufren crisis en todo el mundo, tanto nuevas como prolongadas. En el caso de América Latina, esto se refleja claramente en la financiación humanitaria de la Unión Europea en la región en 2022, que actualmente asciende a más de 688 mil millones de pesos. Se trata de la segunda financiación más alta registrada desde 1994, sólo superada por la de 2010, cuando aumentamos nuestro presupuesto de emergencia para apoyar a las víctimas del terremoto en Haití. Sin embargo, esto no será suficiente por sí solo: impulsar y mejorar la eficiencia y la incidencia es igualmente importante. La ayuda humanitaria por sí sola no puede hacer frente a los complejos factores subyacentes de los conflictos y otras crisis. La Unión Europea, junto con otros actores internacionales, debe abordar las causas profundas apoyando los procesos de construcción de la paz, fomentando el desarrollo y defendiendo el respeto del derecho internacional humanitario.

¿Qué puede informar sobre la actuación de la UE en la crisis migratoria del Darién, en términos de recursos económicos y humanos?

En 2022, la Unión Europea ha destinado más de 13 mil millones de pesos a la respuesta humanitaria en el Darién, tanto en Panamá como en Colombia. Nuestros socios humanitarios en el terreno trabajan para proporcionar a quienes migran información sobre el proceso migratorio, servicios sanitarios básicos y apoyo psicosocial para procesar la experiencia traumática de un viaje tan peligroso. La Unión Europea presta especial atención a la financiación de espacios inclusivos con niñas y niños dentro de los centros de acogida para que puedan seguir aprendiendo y jugando a pesar del difícil momento que están atravesando.

¿Cómo evalúa la evolución de la situación entre 2021 y 2022, cuáles son las necesidades más urgentes hoy en día?

Hemos visto un incremento pronunciado y preocupante en el número de personas procedentes de unos 50 países diferentes que cruzan la selva del Darién. En 2016, cruzaron unas 25.000 personas, mientras que, de enero a agosto de 2022, la cifra ha subido a 102.000. Las necesidades más urgentes son el refugio, las infraestructuras de agua y saneamiento y los servicios de salud y protección inmediatos.

¿Cuáles son los mensajes urgentes para los gobiernos de Panamá y Colombia en cuanto a los acuerdos para gestionar la crisis?

La Unión Europea y Colombia tienen una larga historia de cooperación y los tres pilares del nuevo gobierno son efectivamente intereses y prioridades mutuas. Más concretamente, en el ámbito humanitario, la Unión Europea respalda una respuesta humanitaria basada en principios y en una sólida evaluación de las necesidades. En este sentido, alabamos la participación activa del Gobierno de Colombia en la definición y el lanzamiento del Panorama de Necesidades Humanitarias y el Plan de Respuesta Humanitaria (HNO/HRP) junto con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Estos documentos son fundamentales para promover una programación basada en la evidencia, movilizar recursos y, por tanto, implementar una respuesta humanitaria creíble.

Además, la Unión Europea está dispuesta a acompañar los esfuerzos de Colombia para garantizar el acceso a los servicios básicos de calidad a las comunidades más vulnerables y ayudar a facilitar el diálogo social en todos los ámbitos, a partir de las relaciones construidas con los líderes sociales y las comunidades locales, junto con las ONG europeas y las agencias de la ONU presentes en Colombia.

FUENTE: EL ESPECTADOR