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julio 19, 2022

¿Gobierno feminista?


El presidente electo debe tener la certeza de que las feministas estarán vigilantes para que cumpla las promesas que se hicieron para conquistar sus votos

Además de ser el primer Gobierno de izquierda en Colombia, el de Gustavo Petro y Francia Márquez será el primero que llega con una agenda claramente feminista como parte del paquete. No es casual que varias organizaciones de mujeres le hayan solicitado formalmente al nuevo Gobierno ser tenidas en cuenta en la convocatoria que se hace a distintos sectores porque, dicen ellas, “sin los feminismos el Acuerdo Nacional no va”. Es claro que los votos de las mujeres fueron decisivos en el resultado final de la carrera presidencial y la presencia de una figura tan poderosa como la de la vicepresidenta ha dado al movimiento feminista razones para el optimismo frente a los muchos retos pendientes en la agenda de la igualdad de género. Sin embargo, no faltan las dudas. En todas las campañas se hacen promesas que se convierten en humo cuando llega el triunfo. En el caso de las propuestas para las mujeres el presidente electo debe tener la certeza de que las feministas estarán vigilantes para que cumpla las promesas que se hicieron para conquistar sus votos.

Si Francia Márquez representa para ese movimiento feminista la certeza de tener su voz en el alto Gobierno, Gustavo Petro representa las dudas por los altibajos que ha tenido en su carrera política frente a la agenda de género. Sofía Petro, la hija del presidente electo resumió la posición de su padre frente a la causa de las mujeres en entrevista con EL PAÍS: “Considero a mi papá un hombre en deconstrucción y eso es una gran victoria para el feminismo”. El presidente electo viene con la formación patriarcal del pasado y eso lo ha llevado a tener posiciones ambiguas o abiertamente machistas en debates cruciales. Sin embargo, en la etapa final de la campaña se fue acercando a los sectores feministas. Un grupo muy importante de organizaciones de mujeres le dio un respaldo total en un acto que buscaba ser un debate de candidatos y que se convirtió en una adhesión ante la ausencia del candidato Rodolfo Hernández. Si, como dice su hija, el presidente electo se está transformando, la pregunta es si los cuatro años en el poder le darán tiempo para hacer realidad los muchos retos pendientes para las mujeres que le dieron su voto. El momento es importante porque en el mundo camina una tendencia anti derechos que se reflejó en la decisión el Tribunal Supremo de Estados Unidos que derogó un fallo de hace 50 años con el cual se había despenalizado el aborto en ese país. Esto pone en alerta a las mujeres que batallan por la igualdad y tratan de evitar que lo conquistado se pierda.

Precisamente le corresponderá al Gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez garantizar el cumplimiento sin trabas del fallo de la Corte Constitucional que despenalizó el aborto hasta la semana 24 en Colombia. No sobra recordar que la posición de Gustavo Petro resultó ambigua cuando se debatía el tema en la Corte y él habló de un imposible “aborto cero” para no comprometerse con una de las opciones. Después ha manifestado su decisión de respetar el fallo de la Corte. En materia de derechos sexuales y reproductivos también se debe encontrar la manera de reducir el embarazo adolescente, garantizar el acceso a los anticonceptivos y a los implementos de higiene menstrual de las mujeres más vulnerables.

Es bueno tener muy presentes las propuestas de género del nuevo Gobierno porque los compromisos adquiridos son muchos. De entrada la lista cremallera que tuvo el Pacto Histórico para el Congreso apunta a lograr la representación política paritaria por la que tanto han batallado las mujeres. En su programa el presidente electo se comprometió a que van a ocupar por lo menos el 50 por ciento de los cargos del Estado. En los primeros anuncios de gabinete y altos cargos ya han sido designadas varias ministras y la expectativa es que se mantenga la idea de la representación política paritaria.

Sin embargo, más allá de sumar mujeres al Gobierno, se trata también de lograr las reformas con enfoque de género que respondan a necesidades históricas. Según dice el programa presentado por la campaña del Pacto Histórico la promesa es: “las mujeres accederán prioritariamente a la distribución y formalización de la propiedad de la tierra, a la educación superior pública y gratuita y al crédito.”

Otra de las aspiraciones importantes del movimiento feminista tiene que ver con la economía del cuidado y la obligación que tiene el Estado con las mujeres que históricamente se han ocupado de las tareas de cuidado de niños, adultos mayores y enfermos, sin que eso haya tenido el reconocimiento social y económico que debe tener. En las propuestas del presidente electo se plantea la creación del Sistema Nacional de Cuidado. Se requiere con urgencia dar respuesta a ese trabajo que ha sido una labor mayoritariamente femenina.

Entre las promesas de campaña están también la creación del Ministerio de la Igualdad, las estrategias para reducir las violencia de género, el ingreso mínimo para madres cabeza de familia. Muchas ideas, muchos sueños y la pregunta sobre si en los próximos cuatro años se avanzará realmente en los derechos de las mujeres. La expectativa es muy grande porque es la primera vez que la agenda de género forma parte esencial de un proyecto de Gobierno. Estarán vigilantes las feministas que dieron su respaldo a Francia Márquez y a Gustavo Petro. Y lo dieron así, en ese orden, porque muchas de ellas decidieron su voto por la vicepresidenta primero ante las dudas que generó en varios momentos el hoy presidente electo. No llega todavía una mujer a la presidencia, pero, si algunas de las promesas se cumplen, sí habría llegado el feminismo al poder.

FUENTE: EL PAIS


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