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mayo 11, 2022

60 muertes violentas


La luctuosa cifra incluye los feminicidios. No se puede hablar de territorio de paz ni de departamento o ciudad segura con un caso, casi diario, de homicidio. 

En contraste con la reactivación económica, mantener a raya la pandemia provocada por la Covid-19, estar generando nuevos empleos formales y haber despegado la obra pública en el departamento del Quindío y su capital, los hechos de sangre que se han presentado en lo que va corrido de este año en este territorio no permiten conciliar el sueño. Muy preocupadas deben estar las autoridades regionales sobre este violento inicio de año, la situación en este triángulo verde ya pasó de castaño oscuro.

En mayo la violencia no ha dado tregua en el Quindío, un muerto diario, por arma de fuego o arma blanca. En los 130 días calendario de este 2022, en el departamento han sido asesinadas 60 personas, es decir, en promedio, cada 2 días matan a alguien en alguno de los 12 municipios quindianos. No admite, ni siquiera, comparar esta vigencia con la del 2021, del 2020 o del 2019. No servirá de nada decir que se subió o bajó un par de puntos porcentuales la tasa de homicidio en el Quindío o que hubo una disminución o aumento en el número de casos. 

La única realidad es que han matado 60 personas en el Quindío este año y es sobre esa cifra que se deben tomar acciones por parte de las autoridades. Lejos de buscar culpables hay que sumar esfuerzos y pedir el apoyo nacional para recuperar el orden en el territorio, sitiado por el narcotráfico. Muchos de los crímenes que se han cometido están asociados a ajustes de cuentas entre bandas dedicadas a la comercialización de drogas ilícitas y, lamentablemente, un buen número de los muertos son jóvenes. 

La preocupante estadística (60 asesinatos durante el 2022) incluye los 3 casos considerados como feminicidios. Por eso, resulta pretencioso hablar de territorio de paz o de departamento o ciudad segura; con esa cifra, casi diaria, de homicidios, lo que hay que pensar es precisamente lo contrario. Tampoco es útil comparar el Quindío con los demás departamentos del Eje Cafetero o del país, la particularidad de cada departamento obliga acciones a la medida. Lamentablemente, lo que parecía solo cuestión de percepción, al afirmar alta inseguridad en esta zona del país, se acerca a la realidad. 

Son varias y muy difíciles de controlar las variables que se juntan, para pena de los quindianos, y que están desencadenado esa ola de violencia en el departamento, con picos, claro está, en un grupo de no más de seis municipios (Armenia, Calarcá, La Tebaida, Montenegro y Quimbaya). La tarea debe ser conjunta, no solo se requieren más policías y castigar severamente al infractor, los hogares disfuncionales están enviando muchos menores de edad a las calles a delinquir e intervenir esta problemática es de largo aliento.  

El gobernador y los alcaldes de los 12 municipios debieran instalar, junto con Policía, Ejército, Fiscalía y Defensoría del Pueblo, un consejo permanente de seguridad. La actual situación del departamento exige unión y respaldo nacional. Hay que reclamar atención ministerial e incrementar el pie de fuerza, amén de un contingente, así sea temporal, de jueces y fiscales, para que la impunidad no aúpe al criminal. Ojo, ese verde multitonal tan admirado en el departamento del Quindío se está tiñendo de rojo.

FUENTE: https://www.cronicadelquindio.com/


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