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mayo 2, 2022

¿Qué les depara a los niños expuestos al feminicidio?


El ICBF y un abogado explican la ruta que se debe seguir para la atención de estos menores. Una psicóloga explica cómo debe ser la comunicación y el trato con estas víctimas.  

Tres crímenes, tres capturas, mismas víctimas: los niños. Albanis del Carmen Báez Fernández, Yasli Carolina Ortega Bastidas y una joven de 17 años no comparten parentesco familiar ni mucho menos se llegaron a conocer; sin embargo, sus vidas coincidieron tras los hechos trágicos que terminaron en sus feminicidios.

En lo corrido del año van cinco casos de este tipo en Barranquilla y su área metropolitana, toda vez que a lo largo del año pasado la cifra llegó a nueve. Entre tanto, según la Corporación Sisma Mujer, los feminicidios en Colombia aumentaron en 2021 un 12,3 % con respecto al 2020, ya que 210 mujeres fueron asesinadas en casos de violencia, la mayoría de ellas menores de 30 años.

A pesar del dolor y el duelo con el que están viviendo las familias, procuran sacar adelante a los menores que quedan desamparados y que muchas veces no saben, siquiera, lo que ha ocurrido en el interior de sus hogares.Lea también…

Frente a ese escenario, EL HERALDO consultó al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), para conocer la ruta de atención que ofrece a los menores que se han visto inmersos en estos casos, los cuales son considerados víctimas indirectas de estos hechos.

Las autoridades señalan que ante un caso de feminicidio, los menores quedan en “situación de amenaza y/o vulneración de sus derechos”, por lo que el ICBF junto a un equipo interdisciplinario “hacen la verificación de derechos y, de acuerdo con ello, un defensor de familia inicia el proceso y toma la medida de protección más adecuada conforme a las necesidades del menor”¿Qué pasa con esos niños?

El primer paso que realiza la entidad es el restablecimiento de los derechos del niño, niña o adolescente en caso de llegar a encontrarse ante un factor de riesgo. Luego de la verificación de derechos, la autoridad administrativa toma la medida más pertinente para cada caso, ubicando al menor en su medio familiar extenso, siempre y cuando este sea garante de derechos y constituya un entorno protector, o en una modalidad de acogimiento familiar o residencial del ICBF.

El seguimiento a estas medidas busca garantizar que el niño, niña o adolescente víctima cuente con los medios terapéuticos y de acompañamiento psicosocial que lo lleven a superar la afectación causada por la situación de violencia.

El ICBF indicó: “El hecho de que un menor haya sido víctima indirecta de feminicidio no es un motivo para que sea declarado en adoptabilidad. Esta es la última medida de un proceso administrativo de restablecimiento de derechos, la cual se toma luego de haber agotado todas sus etapas, sea cual sea su motivo de ingreso.

Según el ente, para que se dé el proceso de adopción es necesario que esté comprobado que el menor no cuente con familia cercana o extensa, o que, aun existiendo, no ofrezca garantías a pesar de las acciones adelantadas por la autoridad administrativa y el equipo técnico interdisciplinario.

Este medio intentó obtener las cifras de la cantidad de niños que por este caso habrían sido dados en adopción o que estén en proceso, a lo que el ICBF señaló: “Todos los procesos de adopción tienen reserva legal y por lo tanto no se pueden divulgar datos, para preservar los derechos del niño, niña o adolescente”.

Dentro de cada equipo técnico interdisciplinario de las defensorías de familia se encuentra un profesional de psicología, el cual adelanta la entrevista inicial y realiza el examen mental a los niños, las niñas, los adolescentes y a los miembros de su familia, con el fin de valorar, entre otras cosas, el estado de salud psicológica, los indicadores de vulneración y amenazas encontradas.

Igualmente, es importante mencionar que la “atención terapéutica está a cargo del sistema de salud a través de las EPS, tal como lo establece la ley”.

Las Américas, donde mataron a Yasli Ortega.El HeraldoUna mirada jurídica

José Moreno, abogado penalista, indicó que en caso de que los padres sean declarados culpables, estos “pueden perder la patria potestad y la norma establece que se le debe buscar un ámbito de protección al menor, para su formación y para que sus derechos sean protegidos (…) la idea es que se queden con los familiares más cercanos, y si no tienen una persona que pueda hacerse responsable pasaría a un proceso con el Bienestar Familiar”.

Asimismo, el abogado mencionó que si los familiares pierden totalmente la custodia del menor, el ICBF debe asegurarse de brindarle “la mejor opción” para que este crezca “de manera sana” donde se le garantice su educación y un hogar amigable, amoroso y con las mejores condiciones.

Por otro lado, si un familiar, en primera instancia, no pasa el filtro y se queda sin poder tener la custodia este tendrá “otra oportunidad” para iniciar un proceso de patria potestad, para que un juez de la república indique que es plenamente apto.

En el caso de que el menor sea hijo de migrantes y quede solo en la ciudad, “el ICBF debería garantizar su cuidado y custodia hasta que logren hacer contacto con un familiar extranjero, o que los mismos allegados soliciten, por medio de un proceso legal acá en Colombia, la potestad del niño”, añadió Moreno.

El jurista indicó que el menor puede ser “reclamado” por un familiar que presente hasta un cuarto grado de consanguinidad, es decir, papá, abuelos, tíos y hasta hermanos.

“Después de allí, si alguien quiere hacerse cargo del menor tendrá que pasar un proceso más complejo, donde deberá pasar entrevistas y un filtro como si se tratase de un proceso de adopción”, explicó el abogado.“En el hogar es muy importante que se le diga la verdad al niño”

Edith Aristizábal, docente del departamento de psicología y coordinadora de la especialización en psicología forense de la Universidad del Norte, indicó que el manejo que se le debe dar a un niño en cuyos hogares se haya presentado un feminicidio debe estar rodeado de un ambiente basado en la verdad.

“En el hogar es muy importante que se le diga la verdad al niño porque tarde o temprano se va a enterar, y es peor que sienta que lo han engañado, por supuesto todo es correspondiente a la edad y capacidad de comprender las cosas”, manifestó la docente.

Asimismo, Aristizábal dijo que lo mejor para un menor es que su familia pueda quedarse con ellos. “Lo mejor es que se queden con un familiar porque ellos sirven de soporte y de apoyo emocional para los niños (…) ellos son el primer núcleo social que va a permitir que más adelante establezca relaciones más sanas con el exterior”.

“Con el niño en el hogar de un familiar se podría tener una atención más frecuente, observar si se presentan cambios de comportamiento y conductas, y estar pendientes de que vea a un psicólogo o un psiquiatra”, puntualizó la especialista.

Es importante destacar que las experiencias atravesadas a lo largo de su corta vida son detonantes que afectan directamente al comportamiento. “Si bien es cierto que cuando ha habido violencia en el hogar es más probable que se reproduzca, no es un hecho que siempre ocurra, porque existe una elección por parte de la persona de hacer uso de la violencia en su vida o no”.

Pero, ¿cómo se podría frenar un cambio drástico en las conductas?: “Estar muy atentos a la conducta del niño, a los efectos que el feminicidio ha tenido sobre él y si se ve alguna alteración en la personalidad o el comportamiento sería acudir a un psicólogo especialista en psicología forense para que el niño reciba la atención especializada que necesitaría”.

La psicóloga recomendó hablar sobre los hechos. “Hay que ser sinceros con ellos. Se ha comprobado científicamente que hablar sobre la experiencia le ayuda a expresarse más con respecto a cómo se siente y en la medida en que vaya creciendo va a hacerse más preguntas, por lo que hay que saber resolverlas”.
Finalmente, Aristizábal indicó que principalmente el actuar de los niños, a pesar de que haya injerencia de la familia, será condiciona

do por su propia decisión. “Todo va en el actuar y el razonamiento de los niños, porque recordemos que los feminicidios vienen, en su mayoría, antecedidos por discusiones, dificultades, etc., por lo que los menores son testigos de ello”.

FUENTE: EL HERALDO


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