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junio 22, 2021

El riesgo de ser mujer: una mirada a la violencia de género en el Catatumbo


El riesgo de ser mujer: una mirada a la violencia de género en el Catatumbo

El 7 de mayo habitantes de la ciudad de Ocaña, Norte de Santander, conocieron el caso de Johanna Espejo quien fue víctima de agresión física por parte de su pareja sentimental Deiby Arias, este caso generó gran indignación debido a que Arias es concejal de esa localidad.

Golpes en la cara, insultos y hasta un intento de estrangulación fueron las primeras declaraciones de Espejo sobre la agresión recibida, relató que su única forma de salvarse fue gritar para alertar a los vecinos quienes llamaron a la Policía. Aunque el concejal en un principio se rehusó a dejar ingresar a las autoridades, Johana aprovechó la oportunidad para vestirse y pedir que la sacaran del lugar por su seguridad.

Siete días después se reportaba otro caso, la víctima fue Laura, a quien su pareja la sumergía en agua y la asfixiaba. Según relata, en su afán por defenderse, lo rasguñó, en esta oportunidad también son los vecinos quienes informan a la Policía. Sin embargo, los uniformados detienen a Laura junto con el agresor señalándolos de ocasionarse lesiones personales.

Este es el panorama que se vive en la región en donde los índices de violencia contra las mujeres siguen en aumento. Para Alba Luz Trigos, coordinadora de la Red de Mujeres de Catatumbo, la situación ya está desbordando límites y capacidades.

“La dificultad que tenemos las mujeres del acceso a la justicia y la tardía respuesta del Estado para mitigar temas de violencia es una gran dificultad, por tanto, las asociaciones de mujeres del Catatumbo solicitamos al Estado garantía de derechos y resarcir a las víctimas”, afirmó Trigos.

En ambos casos la percepción es la misma, Johana asegura que no recibió apoyo de la Policía y dice que “el deber de ellos era capturar a ese hombre, llevarme a urgencias del hospital a que me hicieran una evaluación por mis lesiones y luego llevarme a una casa de refugio donde estuviera protegida, ellos no lo hicieron por eso sólo les pedí que me sacaran de la casa porque ese hombre me mataba”.

En este mismo sentido, Laura considera que la autoridad no le brindó garantías. “Las mujeres estamos solas, la verdad, gracias a Dios, la fundación que me acogió me ha brindado mucha ayuda, mucho apoyo psicológico y con ellas es que he podido ir superando este tipo de cosas”.

Las autoridades responden

El coronel Gabriel Timarán, comandante del Segundo Distrito de Policía en Ocaña y jurisdicción en el Catatumbo, manifiesta que como autoridad policiva están atentos a estos casos, además, enfatiza en qué situaciones pueden intervenir.

“Debemos aclarar que no es solo la Policía la que debe intervenir en este tipo de procedimientos y, dependiendo de las circunstancias, tienen una atención diferente. A diario acompañamos a desalojos y restitución de inmuebles por estos hechos, para nosotros como Policía existen tres rutas: una, cuando la persona va directamente a la institución y pide ayuda; dos, cuando es un caso en flagrancia, llega la autoridad y encuentra al agresor sobre la víctima golpeándola; y la tercera, cuando otras autoridades han recibido la denuncia y requieren medidas de protección por parte de la Policía Nacional”.

El oficial explica que una vez realizan una captura proceden a dejar a la persona detenida a disposición de la Fiscalía para que se encarguen dependiendo de la situación, de llevarlo o no a juicio para legalizar cargos. Además, afirma que han realizado seguimiento a más de 350 casos de violencia física o psicológica.

“Diariamente hay que ir a visitarlas, verificar que están bien, que no han tenido ninguna situación particular, que el agresor no siga generando acciones violentas, es muy difícil que la gente resalte este tipo de acciones porque no que parecen difíciles”, resaltó.

Las instituciones que intervienen en este tipo de acciones son las entidades de salud cuando se requiera una valoración médica, el aparato judicial que se activa una vez se generan acciones penales, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Ministerio Público y las comisarías de familia.

Karen Vanesa Contreras, comisaria de familia en el municipio de Ocaña, explica que su función es aplicar medidas de protección dentro del contexto de violencia una vez el hospital, la Policía o la victima reporten el caso.

“Toda esa parte administrativa y de protección la otorgamos a la víctima y pese a dar todas esas acciones, a veces hay incumplimiento, por eso uno espera que la Fiscalía no se quede en el trámite administrativo, sino que se pase a una sanción efectiva”, recalcó Contreras.

Además, resalta que desde el inicio de la pandemia están realizando una campaña denominada Patrulla a tu Casa, en donde “nosotros vamos casa a casa dando a conocer toda la ruta, diciéndoles que si tienen una situación de violencia pueden acercarse a la Fiscalía, comisaría o Policía a denunciar la situación”.

La colaboración de la víctima también es importante para la resolución efectiva de ese delito. Pero en contraste con la intención de defender a las mujeres, la comisaria resalta que en ocasiones salen a atender casos y reciben malos tratos por parte de la misma afectada.

“A mí me han tratado hasta mal, hemos tratado de sensibilizar a las víctimas de violencia de género sobre la importancia de denunciar y que se corte ese ciclo de la violencia”, aclaró la comisaria.

Estadísticas no muy alentadoras

Según el reporte entregado el pasado 25 de mayo por la organización Sisma Mujer, a nivel nacional en casos por violencia sexual cotidiana entre los meses de enero a marzo de 2021, se realizaron 4.925 exámenes médico legales por presuntos hechos de violencia sexual. Del total, 4.275 correspondieron a mujeres, es decir el 86,80%, y 650 a hombres, correspondiente al 13,20%. Esto significó que, por cada hombre agredido más de 6 mujeres fueron víctimas de agresiones, sin contar los casos de mujeres que son agredidas en el marco del conflicto o de la manifestación social. Para el caso de Norte de Santander las cifras comparativas entre junio de 2020 y junio de 2021 tienen en alerta a las autoridades, según el reporte entregado estos son solo los casos por denuncia penal:

Descripción conducta20202021VAR%
Artículo 229. Violencia intrafamiliar216189-27-13%
Artículo 103. Homicidio286300%
Artículo 111. Lesiones personales8685-1-1%

A esto debe sumarse los asesinatos que se han estado presentando en los últimos meses en el municipio de Tibú, a la fecha son 10 los feminicidios reportados. El más reciente corresponde al homicidio de la fiscal Primera Seccional, Esperanza Navas Sánchez. Ante esta situación el personero de ese municipio, John Ascanio, dijo que la situación que se presenta contra este grupo de mujeres genera más temor en la comunidad puesto que es un hecho sin precedente en el municipio de Tibú y quizás en toda la región del Catatumbo.

Momento de cambios

Desde el día de la agresión, Johana Espejo espera que se le dé importancia a su caso, considera que el hecho que su expareja fuera concejal podría afectar el proceso y hacerlo más lento, pues, como ella misma manifestó, él tiene muchas influencias.

No obstante, el 19 de junio la Fiscalía hizo efectiva la orden de captura contra Deiby Arias, así mismo el Partido de La U se pronunció sobre los hechos y suspendieron la militancia de Arias.

“Estamos esperando que se dé la audiencia confiando en Dios, en la justicia y que la verdad siempre va a triunfar, rogando que la situación de este señor se defina”, afirmó Espejo.

Laura por otra parte aun siente temor, por eso pidió proteger su identidad, no obstante, está convencida que hay que denunciar y por eso quiere que su caso sirva de ejemplo para otras mujeres, más cuando su expareja sentimental ya tenía cinco denuncias por agresión de parejas anteriores.

“La idea es denunciar, las mujeres deben estar atentas y no permitir ninguna clase de agresión física ni verbal, siempre con la frente en alto y no permitir ningún abuso”, aseguró.

Para ambas llegan nuevos retos, sin embargo, tienen claro que hay que seguir trabajando para que estos casos no vuelvan a suceder. La coordinadora de la Red de Mujeres del Catatumbo expresa que esos cambios se pueden lograr con el apoyo del Gobierno Nacional.

“Hacemos un llamado al comité intersectorial de género a nivel nacional para que vengan de manera presencial al Norte de para revisar todos los fenómenos que están aconteciendo” finalizó Alba Luz Trigos.

FUENTE: RADIO NACIONAL


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