Menú

Entérate

junio 21, 2021

Mujer exige condena para hombre que le prendió fuego


A través de la campaña “No te quedes callada, denuncia si fuiste agredida”, un espacio que abre Vanguardia pensando en las mujeres que han sido agredidas, discriminadas, abusadas o vulneradas, una víctima de violencia intrafamiliar pidió a la Fiscalía no aplazar más el juicio oral del proceso penal acusatorio que se adelanta en contra de su expareja, quien casi le causa la muerte.

Hace tres años una mujer fue víctima de tentativa de feminicidio. El hombre con el que sostenía una relación sentimental intentó quemarla. Aunque no logró matarla, sí la dejó con deformidad permanente en una parte de su cuerpo.

Hoy, ella teme por su vida. Este sujeto, asegura, está a punto de salir de la cárcel. Para que permanezca allí es necesario que se adelante el juicio condenatorio por el mencionado delito. Ha pasado cuatro derechos de petición a la Fiscalía, también ha llamado la atención en la Procuraduría, y hasta el momento no recibe ninguna respuesta. El tiempo corre a contrarreloj.

El proceso se adelanta en Aguachica, Cesar, debido a que los hechos ocurrieron en San Alberto. Él está recluido en la Cárcel Modelo de Bucaramanga, ella huyó de la zona y llegó a Santander en busca de una vida más tranquila, con su hijo, a quien el agresor también le sentenció la muerte. Sin embargo, esa calma acabó y se transformó en una zozobra permanente, porque su expareja podría recobrar la libertad por vencimiento de términos.

“Solo estoy pidiendo que me ayuden, que lo condenen. Tantas mujeres que se quedan calladas y yo que pude hablar no me quieren escuchar. Tengo miedo de que me mate, que mate a mi hijo. A él lo capturaron en 2018. Le abrieron tres procesos, pero solo uno ya fue juzgado, el de violencia intrafamiliar”, sostuvo.

Por este delito, el de violencia intrafamiliar, le dieron tres años que se terminan justo este mes y faltaría la condena por tentativa de feminicidio, con la que le alargarían su estancia en la penitenciaría. “Esa es la que más se ha demorado, a pesar de que estaba avanzando normal”, dijo.Según la Fundación Feminicidios Colombia, al menos entre 2018 y 2020 unas 709 mujeres fueron víctimas de feminicidios en el país.

Así empezó la historia…

La mujer de 47 años de edad dice que conoció a este hombre en 2017. Se intercambiaron números telefónicos y empezaron a salir. Al poco tiempo formalizaron la relación y se fueron a convivir a los seis meses.

“Cuando empezamos a vivir juntos, él prácticamente me puso un guardaespaldas que me llevaba y me traía en una moto. No me podía ir a ningún otro lado. Cuando llegaba a la casa siempre me abría la cartera y me quitaba lo que cobraba por mi trabajo. Empezamos a tener inconvenientes porque me quitaba el dinero y yo tenía a mi mamá enferma de cáncer”, recordó.

Las discusiones y los problemas se volvieron el ‘pan de cada día’. Cuando ella le cuestionaba sobre su comportamiento, él actuaba de forma grosera y ofensiva; incluso en dos ocasiones le pegó dos cachetadas.

“Cuando eso pasó yo empecé a decirle que termináramos la relación porque nunca nadie me había golpeado, ni mis papás y yo no podía permitir eso. Él me dijo que si terminábamos la relación me mataba o se mataba. Yo, la verdad, jamás en la vida me imaginé que me fuera a pasar esto”, precisó.

La mujer aseveró que el nivel de violencia fue incrementando. Le llegaba al trabajo armado, la vigilaba, le quitó el celular para que no tuviera comunicación con nadie y hasta llegó a encerrarla en varias ocasiones en una habitación y no la dejaba salir por días.

Una noche trágica

“Un día me llegó en la noche al apartamento. Cuando le abrí la puerta me agarró por el cabello, me subió por las escaleras, me tiró en la cama, se me subió encima, me pegaba cachetadas, tenía un cuchillo y me lo puso en el cuello. En medio de todo, me dijo que hasta ahí íbamos a llegar nosotros dos, porque él me iba a matar, porque yo no iba a ser de más nadie”, relató.

En medio del descontrol, él salió y entró varias veces de la habitación. La última vez, lo hizo con una botella de alcohol y una mechera.

“Me roció alcohol y me prendió. El cabello se me quemó y la candela me bajó hasta el pecho. Fui trasladada a un hospital en Bucaramanga porque las heridas fueron muy graves. Allí estuve casi mes y medio. El día de los hechos mi hijo no estaba porque se había ido de viaje. Yo creo que él sabía eso y aprovechó para hacer todo lo que hizo”, recordó.

Por la mente de esta mujer no deja de pasar ese momento angustioso en el que se lanzó al piso y pedía con clemencia ayuda. No quería morir de esa manera. Sin embargo, él cogió la sabana y se la puso en la boca para callarla. Allí le dijo que no quería volver a caer en una cárcel, un comentario que la dejó aún más agonizante porque desconocía su pasado judicial.20

feminicidios, al menos, fueron detectados en Santander durante 2020. Esta cifra es del Observatorio Ciudadano del Feminicidio.

“Yo le pedía que me llevara a un hospital porque sentía mucho ardor, sentía que me estaba desmayando. Me dijo que me quedara tranquila, que se encargaría de todo, pero que si yo hablaba mataba a mi hijo. Él le hizo creer a todos que yo me había quemado cocinando, aunque los médicos me decían que les contara la verdad”, acotó.

Cuando salieron del hospital, en Bucaramanga, regresaron al Cesar, donde la pesadilla continuó. Aunque había hablado con un abogado sobre lo sucedido, la respuesta no fue nada esperanzadora.https://28fac51d8a52b5a8e9ccf7196174cf20.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html

Al cabo de unos días “me encerró en una habitación por mucho tiempo, no sé cuánto, un día salió y dejó la puerta entre abierta y yo me iba a ir; pero, cuando iba saliendo ese hombre me llegó de frente, me agarró y me cogió a golpes, casi que me desfiguró la cara. Una señora se dio cuenta y llegó con la Policía. Yo de hecho me estaba desangrando porque me reventó la mano con un cuchillo. Los Policías me sacaron cargada de ahí y a él lo capturaron y se lo llevaron”.

Tras este nuevo hecho, ella tuvo la oportunidad de declarar y el proceso judicial en contra de su expareja empezó. Lo capturaron por violencia intrafamiliar y lo condenaron.

Posteriormente, como ella narró toda su historia, también le impusieron tentativa de feminicidio y luego se le abrió un tercer proceso porque estando en la cárcel llamaba para amenazarla.

“Desde el 18 de septiembre de 2018 la llevo luchando. Yo tuve que eliminar redes sociales, tengo que estar rotando de trabajo y de residencia. No es justo que salga porque siempre hay una excusa por el COVID para no adelantar el juicio en la fecha que se programa. Él tiene antecedentes por secuestro, hurto, porte ilegal de armas y hacía parte de grupos armados. De verdad, que él este suelto es un peligro y no es posible que eso se permita solo porque se vencieron los términos”, concluyó.

FUENTE: VANGUARDIA


Más Noticias