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junio 16, 2021

Línea metropolitana para atender violencia a mujeres hace buen balance


Era 2020 y a causa del covid-19, toda Colombia se confinó para frenar la velocidad del virus. De manera inversa, el permanecer en los hogares disparó la violencia contra las mujeres, cuando muchas de ellas convivían con su agresor o, incluso si no lo hicieran, no encontraban mayor apoyo de las autoridades en el abordaje de este tipo de casos.

Tal fue el caso de Laura Zapata*, una mujer de 30 años de edad que cansada del maltrato psicológico ejercido por su expareja, que pasaba constantemente por las amenazas en su contra, decidió acudir durante ese encierro a la Línea 123 Mujer de Medellín.

Cuenta que con miedo, falta de conocimiento y resistencias frente a este mecanismo, llamó buscando no solo asesoría jurídica, sino psicológica. En dicho momento, encontró una buena atención en la llamada, hasta que manifestó que no residía en la capital de Antioquia sino en otro municipio del valle de Aburrá.

“En ese momento me explicaron que me remitirían a la autoridad competente de mi municipio y que la única opción era denuncia a mi ex. Yo tenía mucho miedo. Luego me llamó el comisario de Familia y en vez de centrarse en la agresión psicológica, tuvo un comportamiento machista. Me preguntó que si era que todavía lo quería o si pertenecía a una banda criminal de Medellín”, narró la mujer.


Aunque la mujer pudo resolver su situación de violencia, indicó que el funcionario no tuvo un abordaje de género en su caso.

Cuatro meses después, exactamente el 5 de agosto, la barrera del municipio fue solucionada con la creación de la línea 123 Metropolitana, por parte de la Gobernación de Antioquia, la cual atiende a las mujeres mayores de 18 años en violencia o con riesgo de esta.

Desde esa fecha, un equipo de abogadas, psicólogas y trabajadoras sociales con experiencia en atención de emergencias a mujeres atienden en esta línea los casos de los nueve municipios del Aburrá diferentes a Medellín, como lo son Barbosa, Copacabana, Girardota, Bello, Envigado, Caldas, Itagüí Sabaneta y La Estrella.

La razón de crear esta línea metropolitana es que tan solo el valle de Aburrá, por ser la subregión más poblada del departamento, responde por el 65 por ciento de las violencias de Antioquia, es decir, es donde más violencia contra la mujer ocurre, tal y como lo explicó Natalia Velázquez Osorio, secretaria de las Mujeres de la Gobernación. Para ello, se apoyaron en Medellín, en las secretarías de la Mujer y de Seguridad.


“Antioquia no contaba con ningún mecanismo de atención para las violencias contra las mujeres. Eso es un hito de este gobierno, llegamos a gobernar y empieza la pandemia. El mundo entero le pide a los estados volcar la atención para la garantía de las mujeres a una vida libre de violencia”, explicó en diálogo con EL TIEMPO. 

Según Velásquez, una de las pocas consecuencias positivas de la pandemia fue que obligó a la administración departamental a acelerar la implementación de los mecanismos de atención de violencias contra las mujeres; primero, comenzando con los hogares de protección y luego con la línea 123 metropolitano.

Tras 10 meses de funcionamiento de la línea, la secretaria manifestó que su creación fue basada en la evidencia; hay literatura científica que muestra que cuando la línea se crea y se atiende oportunamente, incide en la reducción de los índices de violencia contra las mujeres.

“Primero, porque las mujeres tienen a dónde acudir, segundo porque de cierta manera empieza a ser un factor de disuasión para que los agresores entiendan que si agreden a una mujer no es que no pase nada, hay a dónde acudir”, manifestó.


Por ello, puede ocurrir que la policía acuda a lugar de los hechos y haga la atención inicial, en casos muy extremos, o simplemente la mujer va a recibiendo acompañamiento telefónico por parte de una abogada o una psicóloga.Municipios con más agresiones

De acuerdo con la Secretaría de las Mujeres, entre el 5 de agosto de 2020 y el 23 de mayo de 2021, la línea 123 mujer metropolitana ha atendido el llamado de 4.491 mujeres de los nueve municipios. De esta cifra, 2.307 fueron casos de 2020, mientras que los restantes 2.181 son de este año.

Los municipios con mayoría de casos atendidos hasta el 30 de abril fueron Bello (1.725 casos), Itagüí (753), Envigado (342), Caldas (209) y Copacabana con 204 casos. A su vez, los que menos casos registraron fueron Barbosa, con 75; Girardota con 80, Sabaneta, que registró 138 y La Estrella, con 154 casos.

“Esto ha implicado tener estrategias muy fuertes con los municipios, por ejemplo a Bello hemos ido e instalado la Mesa Municipal de Erradicación de Violencias, el alcalde se ha sentado en la mesa a entender qué son las violencias contra las mujeres y por qué es importante tener una oficina de la mujer, se ha fortalecido este espacio”, explicó la funcionaria, agregando que en cada municipio se articulan con la autoridad de género local.


Los días domingos son los que más casos de violencias a la mujer registra la línea, con 323 en lo que va del 2021, fenómeno similar a los accidentes de tránsito y las riñas callejeras, cuyo origen es el alcohol y en este caso, la ‘permanencia del agresor en casa.

Hasta ahora y con las cifras de atenciones, se han logrado seis medidas de aseguramiento para los presuntos agresores de las mujeres que acudieron a la línea, que ha atendido casos de al menos 50 municipios, porque allí está también la Policía Antioquia.

Estas medidas fueron para casos de San Andrés de Cuerquia (tentativa de feminicidio), Salgar, de un agresor sexual apartemente sistemático y recientemente se alertó sobre posibles irregularidades procesales en un caso de tentativa de feminicidio, caso acontecido en Santa Fe de Antioquia.

“Nosotros atendemos la emergencia, pero ya después hacemos es una remisión a la autoridad administrativa o judicial competente para tramitar los hechos de violencia, según corresponda”, dijo la secretaria.


A su vez, 150 mujeres recibieron apoyo en la elaboración de denuncias y solicitudes de medidas de protección, porque su vida se encontraba en riesgo.

Velásquez concluyó que no es solamente la línea, sino que detrás de eso hay que hacer una arquitectura para fortalecer las capacidades de los municipios, para que tengan cómo acabar de hacer el restablecimiento de derechos de la mujer que es atendida, la “posemergencia”.

“Eso implica una garantía distinta para las mujeres, porque ya no son ellas enfrentándose al sistema, sino que ya tienen tanto el acompañamiento de las secretaría de las Mujeres de la Gobernación de Antioquia, como de las autoridades de género de su municipio”.

Cabe recordar que el 68 por ciento de los 22 feminicidios ocurridos en Antioquia sucedieron en zonas urbanas del departamento. A su vez, el 73 por ciento de estos casos ocurrieron en los hogares de las víctimas (casa, apartamento, residencia o finca), por lo que siguen siendo los entornos familiares los más peligrosos para las mujeres.

Por lo pronto, la Secretaría de las Mujeres elabora el diseño de una rigurosa investigación sobre los impactos de este mecanismo en los índices de violencia de género en el departamento, con la Universidad EAFIT y la Universidad de Los Andes.

*Nombre cambiado por solicitud de la víctima.

MELISSA ÁLVAREZ CORREA

FUENTE: EL TIEMPO


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