“Reaccionamos rápido”, dijo el presidente Iván Duque al anunciar la captura de dos personas 16 días después de que cinco jóvenes menores de edad fueron asesinados en un cañaduzal. Una persona más sigue en la mira de las autoridades. El fiscal Francisco Barbosa se refirió al hecho como un “homicidio múltiple” y no como una masacre.

Dos personas fueron capturadas por la masacre de cinco menores de edad, entre los 13 y 16 años, perpetrada el pasado 11 de agosto en Llano Verde, en el Distrito de Aguablanca (Cali). Las detenciones, una de las cuales se hizo en el barrio República de Israel de la capital del Valle, fueron anunciadas por el presidente de la República, Iván Duque Márquez, y el fiscal Francisco Barbosa quien no se refirió al caso como una masacre sino como “un homicidio múltiple”.

Se trata de las primeras capturas en el proceso de investigación que busca esclarecer la muerte violenta de Luis Fernando Montaño, Jean Paul Perlaza, Léyder Cárdenas, Álvaro Caicedo y Jaír Andrés Cortés. Los detenidos son, según anunció el fiscal Barbosa, Juan Carlos Loaiza Ocampo y Yefferson Marcial Ángulo Quiñones, quienes trabajaban como personal de seguridad del cañaduzal de Llano Verde al que se dirigieron las víctimas. Un tercer vigilante está en la mira de las autoridades, según expresó el Presidente Duque.

“En 16 días, el equipo investigativo logró esclarecer los hechos que vinculan a tres hombres, encargados de la seguridad del sector. Las labores adelantadas dan cuenta de que las víctimas acudían al lugar con frecuencia a cazar o a comer caña”, dijo el fiscal Barbosa quien calificó estas detenciones como un resultado exitoso luego de un operativo de “filigrana” entre el ente investigador y la Policía Nacional.

“El día de los hechos, al parecer, los tres adultos que trabajaban como vigilantes a los alrededores del cañaduzal habrían observado a los cinco menores de edad y, sin medir palabra, posiblemente con la intención de evitar la presencia de los jóvenes, habrían asesinado con armas de fuego a cuatro y arma blanca a otro”, agregó el fiscal Barbosa. En este caso, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, había dicho apenas el jueves que le pedirían ayuda al FBI si las autoridades no daban resultados.

“Lo que recientemente yo he pensado es que si la situación es tan difícil de obtener información y poder capturar a esos asesinos, que invitemos que este proceso pueda tener el acompañamiento del FBI y bien se podría convocar a un organismo internacional”, dijo el alcalde el jueves. Para este caso, ocurrido en cañaduzal, la Fiscalía dispuso un equipo de fiscales e investigadores y grupos de criminalística del Cuerpo Técnico de investigaciones y de la Policía Nacional.

Algunas versiones de familiares indican que los cinco amigos habrían salido hacia los cañaduzales a elevar cometa cuando desaparecieron y aunque las conclusiones sobre lo que pasó son apresuradas, lo único cierto es que los jóvenes fueron víctimas de la violencia urbana que se ha callado por años en Cali y ha dejado, según la organización Afrodes, 200 jóvenes asesinados en Llano Verde desde la fundación del barrio (2015) y otros once reclutados por grupos armados ilegales hasta hoy.

El pasado 14 de agosto, tras un consejo de seguridad, el ministro de Defensa, Holmes Trujillo, anunció la militarización de la zona aledaña a este barrio donde ocurrió la tragedia. En ese sentido, se dispusó que 180 integrantes del Ejército Nacional acompañarán a la Policía con patrullajes conjuntos en zonas priorizadas de Cali.

FUENTE: EL ESPECTADOR