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agosto 11, 2020

Los actores del país narran las historias de los líderes asesinados


Para honrar la memoria de los defensores de derechos humanos que han sido asesinados y evitar que estos crímenes queden en el olvido, la iniciativa Defendamos la Paz ha conseguido que algunos de los artistas más famosos del país cuenten sus historias..

En Colombia el asesinato de líderes sociales ha sido un délito impune por años. Tras la firma del Acuerdo de Paz, entre 2016 y lo corrido del 2020, han asesinado a 971 líderes defensores de los derechos humanos y excombatientes de las Farc en el país. Solo este año 166 personas han muerto, según cifras del último informe de Indepaz. Pero detrás de las estadísticas hay historias de vida, hay luchas y cuentos por recordar; hay personas que deben ser reconocidas más allá de un número. 

La lucha de los líderes sociales busca cambiar el país desde el territorio, trabajar de la mano con la comunidades y traer desarrrollo a las zonas más alejadas del país. Sus muertes dejan familias, amigos y pueblos atrás, mientras que un gran porcentaje de los culpables de sus asesinatos se mantienen impunes. En 2019 alrededor del 63 por ciento de los asesinatos fueron cometidos por actores no reconocidos, según cifras de Indepaz. 



En medio de este panorama, la iniciativa Defendamos la Paz ha encabezado la campaña #NoMásSilencio, que busca que los líderes sean recordados y reconocidos por lo que eran y por los anhelos por los que luchaban en vida. Con el apoyo de diversos actores y actrices del país que encarnan las historias de los líderes sociales, les cuentan sus luchas a otros. El propósito es hacerles un homenaje y defender su labor a pesar de su muerte.

“La gente se olvida de que detrás de las cifras hay personas reales a las que mataron. Pero que además matar a un líder no solo es matar a una persona, y el dolor que eso le produce a su familia y amigos; es quitarle la voz a un pueblo. El líder es el que acerca a las comunidades marginadas, el que trabaja por ellas”, dice Gloria Arias, una de las personas que encabeza el proyecto. Con la campaña buscan concientizar a las personas sobre lo que ha pasado con los líderes sociales en el país y demostrar que son una voz que debería extrañarse. “Olvidar a alguien es volverlo a matar”, añade Arias.

“Encendía su radio todos los días a las cuatro de la mañana y hacía las labores del campo, en un predio que le entregó el gobierno en calidad de restitución. Había llegado a Santa Marta en los 90 cuando la guerrilla asesinó a su esposo. En 2018 empezó a recibir amenazas y la Corte Constitucional pidió medidas para proteger su vida. En 2019 la asesinaron”, dice la actriz Verónica Orozco mientras relata la historia de Maritza Quiñones, que hacía parte de la Mesa de Víctimas de Santa Marta y era  lideresa de las mujeres víctimas de desplazamiento afro en la zona rural. Quiñones fue asesinada en la vereda San Isidro de la Sierra, en la capital del Magdalena.

“Los relatos buscan reconocer que hay mucho más detrás de la historia de los líderes que las estadísticas. Los números en muchos casos se olvidan, pero las historias no. Además es impresionante como según la institución las cifras son distintas; cambian según la Defensoría del Pueblo o entidades como Somos Defensores, pero sin importar la cifra específica, más de una persona muerta ya debería ser un drama”, afirma Arias.

La historia de Maritza Quiñones hace parte de los 13 vídeos que ha publicado Defendamos la Paz a través de sus redes sociales para llevar la historia de estos líderes y lideresas a otros lugares. Según Indepaz, de los líderes asesinados, 342 eran campesinos, 250 eran indígenas, 71 eran afros y 13 eran parte de la comunidad LGBTI.

“Desde 1995 Porfirio Jaramillo tenía un sueño: volver a su finca‘No hay como Dios’, ubicada en Turbo. En 2014 logró regresar con su familia y encontró ganado en su predio, que supuestamente era de un empresario que hacía de cura en la zona. A pesar de eso, Porfirio se dio a la siembra. Poco después lo amenazaron pero ni el comité de riesgo, ni la Unidad Nacional de Protección le resolvieron. En enero de 2017 llegaron cuatro hombres con machete a su casa y lo subieron a una moto. Al otro día la familia lo encontró muerto”, dice el actor Jairo Camargo en otro de los videos de la campaña. Jaramillo es uno de los 133 líderes asesinados tras la firma del acuerdo en Antioquia, el segundo departamento con más casos, después de Cauca.

Además de estas historias lamentables, Defendamos la Paz también busca rendirles homenaje en vida a los líderes y acercarles a las personas sus luchas que han persistido durante años. Así lo han hecho con su otra campaña #LíderesVivos, en la que los actores encarnan el relato de un líder social.

“Hay líderes en todos los rincones de Colombia gritándole al mundo, pero a uno solo lo escuchan cuando lo matan(…)”, dice María Carvajal, lideresa social e integrante de la Asociación Campesina del Catatumbo, interpretada por la actriz Mariana Aristizábal. “Mi aspiración es reflorecer este proceso de paz, que se pare ya este genocidio contra los líderes, para tener fe en que no vamos a ser una lista más de la historia, porque quiero ver los frutos de tanto trabajo, de tantos compañeros que ya no están”, dice Carvajal, ahora en voz de Viviana Hernández.

En lo corrido del año, aún con la pandemia, han perdido la vida 95 líderes, de los cuales 82 fueron asesinados desde que se decretó el aislamiento en el país el 23 de marzo. Con esta campañam Defendamos la Paz hace un llamado a romper el silencio en defensa de los que hoy siguen exponiendo su vida por sus comunidades.

FUENTE: SEMANA RURAL


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