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mayo 4, 2020

Covid-19, prostitución y trata: Mirando hacia el Futuro.


Conforme se nos fue develando la información creciente sobre la pandemia del COVID-19, hora con hora, día con día y mes con mes, nuestro trabajo en estos tiempos tan críticos para la comunidad global, la latinoamericana y caribeña y también en México se ha visto afectado. Nuestro equipo está trabajando a distancia y continuamos cabildeando por reformas a las leyes y políticas públicas, elevando la conciencia social y apoyando con limitados recursos a las sobrevivientes. Seguimos comprometidas con la abolición de la prostitución y todas las formas de explotación sexual y reproductiva y todas las formas extremas de violencia contra las mujeres en México, América Latina y el Caribe.

Mientras que colectivamente nuestra forma de vida y trabajo se ha visto alterada en el mundo entero, la industria del comercio sexual ha sufrido transformaciones frente a esta crisis para atender la demanda de los puteros o prostituyentes. Algunas historias en línea que han circulado recientemente describen que los prostituyentes o puteros, a pesar del temor de contagiarse de COVID-19 en la prostitución, ésta no ha disminuido.

Lo que vislumbramos para el futuro es una profunda recesión económica mundial que va a aumentar la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas para ser captadas por los tratantes. La trata cumple la función de adquirir y proveer de mujeres y niñas a la industria sexual, se mueve primordialmente por la demanda de prostitución y pornografía. Los prostituyentes o puteros alimentan a una empresa ilícita multibillonaria. Por eso debemos abordar la demanda de prostitución y pornografía a través de leyes y políticas públicas, si la intención y la voluntad política es erradicar la trata, la prostitución y otras formas de explotación sexual de mujeres y niñas.

Sin embargo, las vidas de las mujeres en situación de prostitución permanecen extremadamente precarizadas. Incluso aquellas que son víctimas de trata que viven o vivían en los hoteles donde las explotaban fueron lanzadas a la calle y si los proxenetas les dieron un lugar para pasar la cuarentena, su deuda sigue aumentando, por un lado, porque les cobran la vivienda y la alimentación y, por el otro, por los días que no han cumplido con cuota que les establecen los proxenetas. Pero, aún peor, porque con el propósito de no disminuir sus ganancias, se han ideado nuevas formas para seguir explotándolas, ya sea por servicios eróticos por internet o llevándolas a brindar los servicios a domicilio, lo que las coloca en grave riesgo de ser infectadas con el coronavirus. Pero no nos olvidemos de toda la violencia que tienen que enfrentar en el comercio sexual mismo: explotación y abusos cada día a manos de los prostituyentes o puteros, tratantes y proxenetas. Los daños físicos y psicológicos que esos violentadores infringen en las mujeres y niñas en la prostitución o la pornografía que les duran de por vida.

no nos olvidemos de toda la violencia que tienen que enfrentar en el comercio sexual mismo: explotación y abusos cada día a manos de los prostituyentes o puteros, tratantes y proxenetas.

Por lo anterior y debido a que el 99% de las mujeres, niñas y adolescentes son captadas por las mafias de tratantes y proxenetas por su alto grado de vulnerabilidad, por falta de oportunidades, pobreza y violencia que han sufrido previa a la trata y la explotación a que están sometidas, prevemos que si los Gobiernos no diseñan y ponen en marcha opciones de salida digna y fondos de emergencia para apoyar las necesidades básicas de estas mujeres y niñas a quiénes se les han negado oportunidades de vida digna que les permita reconstruir su proyecto de vida.

Viendo el oscuro panorama económico que se vislumbra, nos llamó la atención un comunicado de prensa que el Representante Especial para el Combate a la Trata de Seres Humanos de la OSCE, Valiant Richey, dio a conocer el pasado 30 de abril, que ofrece recomendaciones sobre respuestas a corto plazo al COVID-19, para las personas más vulnerables en nuestras sociedades, especialmente para las víctimas y sobrevivientes de trata de seres humanos.

Richey alertó a los gobiernos de los riesgos que, si no toman acciones urgentes y focalizadas, estas crisis de salud y económica se convertirá en crisis de trata de seres humanos, poniendo muchas más vidas y la cohesión de nuestras sociedades en riesgo. Dijo “el impacto de la crisis del COVID-19 sobre la trata de seres humanos es muy preocupante. Nuestras recomendaciones buscan apoyar a los estados miembros de la OSCE para combatir la trata de personas durante y después de la crisis de la pandemia, ya que las vulnerabilidades se irán conformando en las semanas y meses por venir”.

El Representante Especial se manifestó listo para brindar apoyo adicional a los Estados miembros, mediante asistencia técnica personalizada para el Desarrollo y la aplicación de planes de acción contra la trata y otros esfuerzos legislativos o políticas públicas.

Prevención

  1. Garantizar el acceso universal a los servicios esenciales de bienestar económico y social, incluido el seguro de desempleo y renta básica, para todas las personas que lo necesiten, independientemente de su historia laboral reciente o que nunca hayan trabajado. Esto ayudará a evitar que las mujeres y niñas afectadas por el impacto económico de la crisis, incluidas millones de trabajadoras domésticas no registradas o trabajadoras en negocios o empresas familiares, caigan en manos de los tratantes de personas que han estado muy activos reclutando a través de redes sociales.
  2. Otorgar o extender permisos de residencia temporales o permanentes a las migrantes y solicitantes de asilo, independientemente de su situación jurídica. Esto aumentará su resiliencia facilitando el acceso a la atención de la salud y a otros servicios de asistencia social y también ayudará a las autoridades y servicios de bienestar social de los Estados miembros a identificar con prontitud a las víctimas y posibles víctimas de la trata y explotación sexual y a prevenir mejor futuros episodios de explotación.
  3. Dar prioridad a recursos para servicios de salida a los sectores en alto riesgo como la industria de la Prostitución. Con la compra de sexo comercial suprimido artificialmente como resultado del confinamiento, programas inclusivos que garanticen apoyo pueden ser una herramienta muy ponderosa para romper el ciclo de la explotación y fortalecerá las opciones de salida, dándoles alternativas reales para las que las necesiten.

Protección

  1. Proporcionar a las víctimas de trata acceso a alojamiento seguro e inmediato, atención médica y asistencia psicológica, para ayudar en su salida de la explotación a que fueron sometidas y protegerlas de la revictimización. El alojamiento temporal en el confinamiento antes de ser referidas al refugio se ha identificado como una práctica prometedora para garantizar el cumplimiento de las medidas de prevención de COVID-19.
  2. Prorrogar durante al menos seis meses todas las medidas de protección y asistencia para todas las víctimas de trata, incluidos los permisos de trabajo y el acceso a servicios, para garantizar la continuidad en su proceso de inclusión social más allá de la actual crisis sanitaria. Continuar con las inversiones en programas de rehabilitación, ya que el riesgo de «perder» a las supervivientes que ya están en transición es ahora particularmente elevado debido a la situación económica adversa. Proporcionar apoyo en línea a las víctimas de la trata dentro y fuera de los refugios. El asesoramiento psicológico, el apoyo jurídico y las actividades educativas y de formación son ejemplos de los servicios que podrían prestarse temporalmente de forma remota para garantizar la continuidad del apoyo de las víctimas y prevenir la revictimización.
  3. Establecer o fortalecer líneas de emergencia para la trata de personas, la violencia doméstica y la denuncia de abuso infantil (incluida la denuncia en línea), y promover ampliamente esos servicios como una herramienta para la identificación de probables casos de trata de personas y todas las formas de explotación.

Persecución

  1. Asegurar una alerta alta entre las fuerzas del orden y otros respondientes de primera línea para reconocer y detectar la trata de personas y todas las formas de explotación. Dado que es muy probable que los tratantes incursionen en la explotación en línea, y con la policía, las personas inspectoras laborales, trabajadoras sociales, profesionales del cuidado a la salud, educadoras y ONGs actualmente dramáticamente limitadas en sus esfuerzos contra la trata de personas y todas las formas de explotación y sus esfuerzos de detección y supresión se tendrán que adaptar a este ambiente tan cambiante.
  2. Garantizar la continuidad del sistema de justicia para investigar y enjuiciar a los tratantes incluso en tiempos de confinamiento. Por ejemplo, la celebración de audiencias por video o teleconferencia debe ser considerada y perseguida activamente siempre que sea posible como una herramienta para garantizar la justicia oportuna y evitar volver a traumatizar a las víctimas.
  3. Los investigadores deben estar preparados a medida que los tratantes cambien su modus operandi, aumentando su presencia en línea y empleando instrumentos de investigación avanzados, incluidas herramientas de investigación financiera para detectar la trata de personas en los flujos financieros debido a un aumento de los pagos a través de servicios bancarios.
  4. Planificar inspecciones laborales sistemáticas de industrias de alto riesgo inmediatamente después de reanudar las operaciones comerciales. La agricultura, debido a la cosecha de verano, es un excelente ejemplo de una zona que se debe vigilar con especial atención.
  5. Una vez que las medidas de confinamiento se levanten, se deben mantener alertas muy altas de cumplimiento de la ley sobre la trata de personas y las distintas formas de explotación que es muy probable que se incrementen en un futuro próximo, como la explotación en línea y la mendicidad forzada.

Colaboración

  1. Incentivar o requerir a las compañías tecnológicas que identifiquen y erradiquen los riesgos de la trata de personas y todas las formas de explotación en sus plataformas, incluyendo la identificación y detener la distribución de material en línea de abuso sexual infantil. Establecer o fortalecer la aplicación de la ley y la cooperación judicial, incluyendo las etapas de las audiencias previas, con los países de origen y destino en casos de explotación en línea, especialmente de niñas y niños.

Mirando hacia el futuro

  1. Planifique con anticipación para garantizar que la comunidad contra la trata pueda responder adecuadamente a otro posible brote de coronavirus. La previsión para una segunda oleada COVID-19 a finales de este año pone de relieve la necesidad de garantizar que las instalaciones de asistencia, los programas de protección, las investigaciones y los tribunales sigan funcionando durante las posibles futuras medidas de confinamiento y distancia social.

En la mayoría de nuestros países y en los países miembros de la OSCE son las organizaciones de la sociedad civil las que han acumulado experiencia a través de los años para brindar atención a las víctimas y sobrevivientes de los delitos en materia de trata de personas, y es necesario que se les fortalezca económicamente para poder enfrentar futuros riesgos como el que estamos viviendo, además de que las víctimas y sobrevivientes confían más en las ONGs que en las instituciones gubernamentales.

FUENTE: ELESPECTADOR


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