Más de 50 organizaciones entre cabildos indígenas, zonas humanitarias, zonas de biodiversidad, organizaciones campesinas y asociaciones de desplazados de ocho departamentos enviaron una carta abierta a las Autodefensas Gaitanistas, el Eln, los sectores de las antiguas Farc en armas y a las Fuerzas Militares para que hagan un cese de hostilidades por la pandemia del COVID-19 en Colombia y el mundo.

El llamado es a todos los actores armados. Tanto irregulares como a las Fuerzas Militares. El pronunciamiento de 50 organizaciones humanitarias es a que los grupos regulares e irregulares declaren un cese de hostilidades frente a la emergencia sanitaria que atraviesa Colombia (y el mundo) por cuenta de la expansión del nuevo coronavirus, y que por su accionar podría tener peores consecuencias en sus territorios.

En total son cuatro cartas dirigidas cada una a un actor distinto: las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc), la guerrilla del Eln, los sectores de las antiguas Farc que estén en armas y al presidente Duque como máximo comandante de las Fuerzas Militares. “Nuestras comunidades habitan en territorios en donde es persistente la violencia en diversas manifestaciones. Hoy les llamamos a un cese de hostilidades a ustedes y todas las fuerzas que operan en nuestras regiones, con base en la declaración de la OMS de la Pandemia llamada COVID-19 que ya está causando pérdidas irreparables en vidas humanas”, se lee en la misiva.

En concreto son cinco puntos los que la carta les plantea a los grupos armados:

1. Informar a todo su personal de la pandemia COVID-19 y las consecuencias para sus vidas y las de quiénes están en contacto con ellos.

2. Formarles en los mecanismos de prevención.

3. Permanecer quietos en sus lugares de campamentación sin realizar actuaciones de avanzadas y ofensivas. Solo si hubiera ataques e incumplimiento por los contrarios de esta propuesta implícito de Acuerdo Humanitario Global por Pandemia.

4. Retirar su personal de nuestros entornos o comunidades y ubicarlos a distancias que impidan expandir el virus.

5. Abstenerse de convocar a algún tipo de reunión obligatoria.

La misiva la firman 50 organizaciones entre cabildos indígenas, zonas humanitarias, zonas de biodiversidad, organizaciones campesinas y asociaciones de desplazados de Chocó, Antioquia, Cauca, Huila, Meta, Nariño, Putumayo y Valle del Cauca; respaldadas por la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz y la Corporación Claretiana Normal Pérez. Piden a los actores armados adoptar el cese de hostilidades por lo menos hasta el primero de abril, pero con posibilidad de prorrogarlo hasta el 30 de mayo.

Entre las comunidades firmantes, por ejemplo, están zonas humanitarias de la cuenca del río Cacarica, en Riosucio (Chocó), zona donde la situación de orden público es delicada por cuenta de enfrentamientos entre el Eln, las Agc y la Fuerza Pública. Igualmente, firmaron también organizaciones cercanas al río San Juan, entre Chocó y Valle del Cauca, donde ha habido desplazamientos en los últimos meses por un panorama similar.

Horas antes de que este llamado se hiciera público, la Defensoría del Pueblo de Chocó alertó este martes por el confinamiento de unas 2.000 personas pertencientes a comunidades afro e indígenas en el municipio de Alto Baudó, en ese departamento del Pacífico colombiano. Ese confinamiento habría sido generado, según se sabe hasta ahora, por enfrentamientos entre las Agc y el Eln. 

FUENTE: EL ESPECTADOR