En la ponencia sobre este tema, que se repartió el pasado miércoles 19 de febrero entre todos los magistrados de la Corte Constitucional colombiana, se mencionan algunos elementos que, espera el magistrado ponente, pongan la balanza a su favor para que en el país se establezca el aborto libre hasta la semana 16.

La ponencia del magistrado Alejandro Linares sobre el aborto, que elaboró a raíz de dos demandas que la abogada Natalia Bernal presentó en mayo de 2019 (y en las cuales pedía que se restringiera por completo el aborto, como funcionaba hasta 2006), y que se repartió a la Sala Plena el pasado 19 de febrero, generó tanta polémica como se esperaba con este tema tan sensible. Mientras movimientos defensores de los derechos de las mujeres aplaudieron la posibilidad de que Colombia de un paso adelante en esta materia, el senador Álvaro Uribe hablaba de convocar a un referendo para luchar contra “la laxitud del aborto”. (Los argumentos claves del magistrado Linares para pedir aborto libre hasta la semana 16)

Lo que se viene es un debate arduo y complejo en el seno de la Corte Constitucional, en el cual los movimientos autodenominados provida y los colectivos de mujeres seguirán insistiendo en sus posturas con el anhelo de influenciar en la determinación de los nueve magistrados. Linares, por su parte, espera que su proyecto de fallo sea tan convincente como para tomar la decisión -sin precedentes en Latinoamérica- de que el aborto se pueda realizar en Colombia sin ninguna restricción hasta la semana 16 de gestación. (La pelea por el aborto libre: las 14 barreras identificadas por la Corte Constitucional)PUBLICIDAD

La ponencia en cuestión contiene datos que, espera el magistrado, ayuden a resolver este controversial debate. Por una parte están los tratados internacionales que Colombia ha ratificado desde 1948 y que hablan, por ejemplo, de que los estados se comprometen “a garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos civiles y políticos” o que hablan de la importancia de la educación sexual y la planificación familiar. Y, por otra, está el mapa mundial del aborto. Así lo muestra la ponencia:

FUENTE: EL ESPECTADOR