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agosto 27, 2019

El colombiano que se dedicó a grabar debajo de las faldas a cientos de mujeres en Madrid


Nacido en Bogotá, Edinson66 (como aparece su usuario online) se dedicó el último año a perseguir y a grabar a más de 500 mujeres debajo de su falda en distintas calles y estaciones de metro de Madrid, para después publicar los videos en una página web de porno. Así fue el operativo de las autoridades -quienes lo llamaron “El gran depredador”- para capturarlo.

Edinson, un colombiano de 53 años, ha causado revuelo en España. Desde hace un tiempo ha dedicado su vida a grabar a las mujeres por debajo de la falda sin su consentimiento y a publicar los videos en una reconocida página web de pornografía.

Después de obtener el material, el acosador lo editaba: montaba las imágenes a su gusto, ponía cámara lenta, y musicalizaba los videos. En un mismo video podían aparecer varias mujeres. Según la investigación presentada por el diario El Mundo, las autoridades encontraron en su casa tres discos duros y un computador con decenas de gigas de videos.

En solo un año grabó al menos a 555 mujeres y jóvenes menores de edad sin su consentimiento en lugares públicos de Madrid. Para hacerlo utilizaba una maleta con una cámara escondida. Por su accionar, las autoridades españolas (en donde está tipificado ese delito contra la intimidad)  lo han catalogado como el “gran depredador”.

¿Cómo lograron capturarlo?

Según el diario El Mundo, la operación para detenerlo inició el pasado marzo, después de que un grupo de la Sección de Redes de la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía detectara en una página porno más de 200 videos grabados en la capital española en los que se veían las grabaciones debajo de la falda de cientos de mujeres. En algunos casos se veía la ropa interior, en otros salían las mujeres desnudas.

Policía Nacional@policia

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Así detuvimos en el metro de #Madrid a uno de los mayores depredadores de la intimidad de mujeres. Grababa vídeos por debajo de faldas y vestidos (#Upskirt) y los publicaba en portales pornográficos. Actuaba a diario y de forma compulsiva.7.1332:27 – 21 ago. 2019Información y privacidad de Twitter Ads2.461 personas están hablando de esto

Tras detectar a través de los videos algunas de las estaciones del metro donde habían sido grabados los videos, como la de la Puerta del Sol, los policías solicitaron a la web todos los datos de “Edinson66”, nombre del usuario que los publicaba. Una vez con los datos los agentes identificaron al acosador y empezaron a seguirlo.

¿Quién es Edinson66?

Edinson, de 53 años, nació en La Candelaria, en el centro histórico de Bogotá. Delgado, de alrededor de 1,80 metros de estatura y gafas. Su llegada a España, según autoridades, fue hace años, aunque no cuentan con el registro oficial, por lo que se deduce que pudo ser ilegal.

Sin embargo, sí hay registro de que entre 2013 y 2017 regresó a Colombia para, posteriormente, establecerse en Madrid, pues ya había logrado obtener la tarjeta de residencia.

En Madrid trabajaba en un almacén de papas. Todos los días llegaba a las 7:30 de la mañana, trabajaba en una máquina de agrupaba los tubérculos en sacos de malla, y salía a las 7:30 pm de vuelta a su casa.

Sus compañeros de trabajo lo describen, según el medio citado como “serio, discreto, educado y servicial”, aunque confesaron que pensaron que estaba enredado en temas de drogas.

“Si no regreso es que me han detenido y me han deportado a Canadá, donde estoy reclamado”, le dijo alguna vez a su compañero Eduardo, según relata El Mundo.  Pero Edinson66 no tenía problemas con las drogas. Su adicción era otra: grabar a las mujeres sin su consentimiento por debajo de la falda en el tren, en las calles, en los supermercados, en el metro.

La Policía Nacional de España lo ha calificado como uno de los “mayores depredadores de la intimidad de las mujeres”. Según las autoridades, era obsesivo, compulsivo. Grabar a las mujeres era lo único que hacía todos los días, en el trayecto desde y hacia su casa, pero también en su tiempo libre.

Según las investigaciones, parece que Edinson M. Z. no ganaba dinero con sus videos. Pero sus visualizaciones eran alarmantes: en los 283 videos que publicó en 12 meses había logrado más de 1,3 millones de visitas, y su perfil tenía más de 3.500 suscriptores. La categoría que usaba se llama upskirting.

¿Qué es el Upskirting?

Es una tendencia que ha venido en aumento en las páginas de pornografía. Las alarmas en Asia y en Europa se han encendido, ya que la grabación sin el consentimiento de las mujeres es un grave delito contra la intimidad. Sin embargo, en algunos países de la Unión Europea, el delito todavía no está siquiera penalizado.

Según las autoridades españolas, Edinson grababa a diario. “A veces salía solo para ir a la Puerta del Sol o a Atocha, donde siempre hay mucha concentración de gente, y grababa compulsivamente”, asegura Roberto Fernández Alonso, inspector jefe de la sección de Redes de la Policía Nacional a El mundo.

Cuando Edinson veía a una mujer con falda se situaba detrás de ella y acercaba su maleta negra, que sostenía con una mano a la altura de los pies. Lo alarmante es que la maleta tenía un bolsillo delantero abierto, y por dentro estaba su celular con la videocámara activada. Así conseguía todos los registros.

En cinco días en los que las autoridades le siguieron la pista, lograron identificar a 29 mujeres violentadas por Edinson, dos de ellas eran menores de edad.

La estrategia de la policía, entonces, fue seguirlo, dejarlo actuar para obtener pruebas (como fotografías y videos) de su delito y después acercarse a las mujeres que habían sido víctimas para explicarles que “habían sido objeto de una grabación ilícita y que podían denunciarlo”, relata el medio español.

Finalmente, el 11 de julio de 2019 fue capturado. Ahora está en la cárcel de forma preventiva y las autoridades continúan con la investigación del material encontrado en su casa. Lo presentaron como “el gran depredador”, y puede enfrentarse a dos tipos de delito: contra la intimidad, por grabar las partes íntimas de otra persona y difundir los videos; y por abuso de menores, porque entre sus víctimas también hay menores de edad.

FUENTE: EL ESPECTADOR


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