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mayo 15, 2019

¿Por qué la justicia no les cree a las víctimas de violencia sexual?


La filósofa Miranda Fricker en su paso por Colombia conversó con víctimas de este delito y explicó lo que ella ha denominado la “injusticia testimonial”, una serie de prejuicios que hacen que la justicia le reste credibilidad a los testimonios de las mujeres víctimas.

En Colombia no hay una cifra exacta de cuántas mujeres han sido víctimas de violencia sexual, menos se sabe de las que lo fueron en medio de la guerra. Solo las cifras del Observatorio Nacional de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) arrojan que al menos 15.076 personas han sido víctimas de delitos contra la libertad y la integridad sexual desde 1958. De estas, el 91,6 % han sido niñas, adolescentes y mujeres adultas.

Pero muchas otras no denunciaron por temor a las acciones que pudieran tomar los actores armados y otras apenas lo están haciendo. Sin embargo, ellas se han enfrentado a otra barrera: que las instituciones y, en general, la sociedad no les crea. Ahora, con la puesta en marcha de la Jurisdicción Especial para la Paz, se abre un nuevo escenario para juzgar estos casos. La doctora en filosofía Miranda Fricker desarrolló el concepto de la “injusticia testimonial” y conversó, en Colombia, con víctimas de violencia sexual en dos eventos organizados por la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP, organizaciones de víctimas, universidades como la Nacional y la Central y la Organización Internacional para las Migraciones. Estudiantes, funcionarios y víctimas la escucharon.

¿Qué es la injusticia testimonial?

La injusticia testimonial es cuando alguien ofrece su testimonio sobre algo y otra persona, la que recibe el testimonio, le resta credibilidad por causa de sus prejuicios.

¿Cuáles son esos prejuicios?

Podría ser cualquier prejuicio, pero en los casos que discutimos hoy (violencia sexual) son prejuicios relacionados con el ser mujer: sexismo, misoginia o la práctica de culpar a la víctima. Esto significa que cuando una mujer va a testificar porque ha sido víctima de un abuso sexual, no le creen.

¿Qué exacerba esos prejuicios, específicamente con víctimas de violencia sexual?

Muchas cosas pueden exacerbar esta situación. La más obvia es si la víctima se siente frágil y en peligro, pues puede ser difícil explicar lo que le pasó. Otra cuestión puede ser que si no hay mujeres en posiciones de poder en estas instituciones donde dan sus testimonios (Policía o Fiscalía), pueden sentir que nadie puede entenderlas.

¿Entonces estar rodeada de mujeres puede hacer menos grave la injusticia testimonial?

Creo que esto, en general, es muy importante. Si una mujer es víctima de violencia sexual, se sentiría más capaz de reportarlo a una policía especialmente capacitada en el trato a víctimas traumatizadas, porque esta sabría cómo escucharla, cómo tomar la evidencia y cómo ayudarla con el trauma. Entonces sí, creo que es mejor tener mujeres, pero mujeres especialmente entrenadas. No basta con ser mujeres. Otro aspecto que tratamos con Ludirlena Pérez (sobreviente de violencia sexual y creadora de la Organización de Mujeres Víctimas Gestionando Paz) es la importancia de tener a alguien que pueda tomar la declaración de la víctima de manera fiel, alguien capaz de poner sus palabras y solo sus palabras en la declaración, que no se tergiversen las palabras de la víctima.

¿Qué pasa cuando las víctimas son mujeres socioeconómicamente vulnerables?

Algunas personas hablaron de las dificultades de muchas mujeres sin educación y quizás tampoco saben escribir. Entonces, el lenguaje técnico legal es realmente intimidante para ellas, ese es otro aspecto en el que las mujeres necesitan ser ayudadas por mujeres entrenadas en las instituciones, que puedan hablar en sus mismas palabras y no sean intimidadas por la experiencia de no saber escribir o estar confundidas por la terminología legal.

El trabajo que está haciendo Ludirlena con el grupo de víctimas que ella creó, que ayuda a más de 3.000 mujeres, el trabajo de la JEP, OIM, Red de Mujeres Víctimas y Profesionales es muy importante porque están trabajando con mujeres víctimas, capacitándose para tomar su testimonio y propiciar una atmósfera en la que puedan ofrecer su verdad en contextos en los que les crean y puedan ser ayudadas. Creo que esto es esencial en el comienzo del proceso, logrando una situación justa para las víctimas de violencia sexual.

¿Cuáles son las consecuencias judiciales de la injusticia testimonial?

Cuando se reporta un crimen, la injusticia testimonial es la primera puerta. Si esta puerta sigue cerrada, si a la mujer no le creen, luego no hay proceso penal. Si a la persona no le creen, los crímenes no van a ser juzgados, el proceso no puede seguir.

En Colombia la impunidad en casos de violencia sexual es del 97% ¿Puede deberse a la injusticia testimonial?

Sí. ¿97% de las mujeres que denuncian?

Wow. Esto es terrible en todas partes, en Estados Unidos también, pero no del 97%.

Por esta cifra tan alta es por lo que las mujeres ven en la JEP un espacio en el que su testimonio sí cuente. Sin embargo, la JEP no puede juzgar cada caso porque es una justicia transicional. ¿Qué puede hacer la JEP para reducir esa injusticia testimonial?

Creo que es muy importante saber que como víctima te van a escuchar y te van a creen y vas a tener una comunidad moral que te va a entender. Es esa solidaridad moral y política la que puede lograr esto, aunque no haya posibilidad de persecución legal. El sistema de justicia transicional puede diseminar la idea de que estos crímenes son muchos y tal esto pueda ayudar a que otros escuchen, porque este es un gran problema, y puede inspirar acciones en la sociedad.

Es decir, ¿a pesar de que justicia transicional no vaya a juzgar cada caso es importante que resalte los casos de violencia sexual para que se discutan en la sociedad?

Exacto, hablar de esto y saber la verdad. Esto es sobre sacar la verdad, difundirla, el primer paso es que una persona diga su verdad y luego viene otra y otra, entonces se forma un conocimiento general y un entendimiento social sobre el fenómeno que vivieron las mujeres.

¿Podría la verdad ser más importante que la justicia?

Nunca he dicho que es más importante, pero creo que es una fase importante para que la impunidad disminuya. Los dos juntos crean una sociedad más justa. Es una parte importante de un proceso.

En Colombia las mujeres tienen miedo de que la justicia no les crea, pero también están las represalias que pueden tomar los actores armados después de que ellas hablen del crimen. ¿Puede haber justicia para estas mujeres?

No creo que la justicia pueda ser posible cuando hay terror. Cuando hablamos de injusticia testimonial hablamos de que únicamente cobra sentido cuando se puede hablar. La seguridad es clave para cualquier tipo de justicia. Es por esto que las mujeres hablan y son capaces de ayudar a otras mujeres a hablar. Ellas tienen toda mi admiración, son muy valientes en estos contextos tan difíciles.

¿Qué les diría a las mujeres que van a volver a dar sus testimonios ante la justicia transicional?

Solo soy una visitante, no tengo nada que decirles, al contrario, ellas tienen cosas para decirme. Tal vez algún día entienda la complejidad de la situación de Colombia y tenga algo para decirles.

FUENTE: EL ESPECTADOR


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