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marzo 21, 2019

Las niñas, las más abusadas en el país


Si Colombia fuera una persona y la violencia sexual contra menores de edad una enfermedad, se podría decir que el país está encuidados intensivos.

En el 100 % de los departamentos se han registrado este tipo de casos en los primeros dos meses del año, según el informe de lesiones externas no fatales de enero y febrero, actualizado el pasado fin se semana por el Instituto Nacional de Medicina Legal.

En total, fueron 3.271 casos los registrados en esos dos meses, es decir, 55 diarios en promedio, lo que demuestra que este tipo de violencia no respeta edad o región (ver infografía). Sin embargo, el promedio diario durante 2018 fue de 62 casos, pues Medicina Legal conoció de 22.788, lo que muestra, aunque pequeña, una reducción.

Aquí hay que dejar claro que fueron 480 niños en ese rango de edad los que fueron violentados sexualmente, frente a las 2.791 niñas víctimas. Es decir, cada día de este año violaron o manosearon a 49 niñas, mientras que el promedio diario para el caso de los niños llega a seis casos.

De acuerdo con Medicina Legal, el 86 % de los exámenes médico legales que se practican en el país por presunto abuso sexual se realizan a personas entre los 0 y los 17 años. Los niños son las víctimas más vulnerables ante estos delitos.

De igual manera, Xime Norato, directora de la Agencia Pandi –que vela por los derechos de esta población–, explica que revisando los datos del instituto, el agresor, en el 88 % de los casos, fue una persona cercana a la víctima, un familiar, un conocido o un amigo.

“La cercanía del agresor con la víctima es un factor que incide en la no denuncia y, por lo tanto, el subregistro de la verdadera ocurrencia puede llegar al 70 % según lo analiza el mismo Instituto”, explica.

Además, explica la directora de Pandi, aún hay un temor por denunciar los casos, dado que “en su mayoría, quien abusa es familiar o cercano a la víctima, y hay una imposibilidad emocional o de dependencia económica para llevar a la justicia estos casos”. Pese a la pequeña reducción, Norato destaca que no se pueden bajar esfuerzos ni reducir las campañas y estrategias para enfrentar este delito.

¿Qué está pasando?

En cuanto a las regiones, la ciudad que encabeza el escalafón con más casos es Bogotá, con 474, seguido de Antioquia (377) y el Valle del Cauca (290). Como queda claro, no ha pasado un solo día en el que en cualquier rincón del país no se conozca de un hecho de estos.

Pero, más allá de las zonas en las que se están registrando estos casos, hay una serie de preocupaciones en torno a la justicia. Por ejemplo, ayer en zona rural de Valle de San Juan, en el municipio de Róvira, Tolima (donde se registraron 187 casos), la Policía hizo efectiva la captura de un hombre, quien abusó sexualmente de su hijastra.

Otro caso se conoció este martes y tiene que ver con el llamado “monstruo de Caldas”, identificado como Egidio Quintero Gallego, presunto violador de ocho niñas en el departamento de Caldas (hubo 62 casos en dos meses), recobró la libertad, pues su defensa argumentó errores técnicos en la recolección de las pruebas.

Otras tareas

El médico pediatra Miguel Barrios Acosta, Ph. D en salud pública y profesor titular de la Universidad Nacional de Colombia, citado en el programa Félix y Susana, una publicación de la Fundación Sura, sostiene que entre las razones para que estos delitos persistan está la “falta de visibilización del mismo por todas las instituciones y personas encargadas del cuidado de niños y niñas”.

Además, señala que se deberían abrir más espacios en los que se aborde el tema sin tabúes, pues hay que tener en cuenta que es un fenómeno en el que la prevención debe ser asumida por diferentes actores, como padres, médicos, docentes y cuidadores de los menores de edad.

“Por ejemplo, un médico de atención primaria debería explorar dentro de su consulta de crecimiento y desarrollo la posibilidad sobre cualquier abuso del que pueda estar siendo víctima el niño o la niña”, agrega Barrios.

Otra preocupación que plantea Norato es que el país “no posee sistemas de información robustos que den cuenta de manera articulada sobre lo que sucede con la niñez”, por lo tanto, se desconoce cuál es la verdadera realidad que se tiene en el país, es decir, los casos pueden ser más cada día.

Por otra parte, Luz Alcira Granada, directora de Incidencia Política de la organización Save The Children en Colombia, destaca que lo que se debe hacer, además de promover los espacios de denuncia, es actuar como el Código de Infancia y el Código Penal lo plantean, “porque de esta manera se estará aplicando la pena máxima”, como lo ordena la ley en estos casos.

Al respecto, el doctor en Sociología y docente de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, menciona que en estos casos se destacan los tipos de “violencia heredada” y cita que, por ejemplo, los sicólogos de Bienestar Familiar reconocen que cuando hay un caso de abuso sexual, el victimario fue abusado en su infancia o adolescencia. “Por eso requerimos políticas claras desde el Estado, que promuevan mensajes y campañas enfocadas a la educación familiar”.

Si bien cada vez que se dan a conocer estos casos recobra la idea de la cadena perpetua para el país, que incluso ha sido respaldada por el presidente Iván Duque, los consultados señalan que no es la solución ideal, pues la justicia contempla penas de cárcel de hasta 60 años, por esto, resalta Granada, “lo mejor es aplicar la pena máxima”.

FUENTE: EL COLOMBIANO


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