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diciembre 3, 2018

Desde el teatro mujeres exiliadas cuentan sus historias


Mujeres colombianas exiliadas y refugiadas en España, presentaron en la ciudad de Barcelona el pasado 2 y 3 de noviembre su obra “Mujer-eres: el teatro como arte sanador”.

Por: Ricardo Robayo

Esta iniciativa, liderada por La Colectiva de Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas, reúne a más de 40 mujeres víctimas del conflicto armado colombiano que tuvieron que abandonar el país a causa de la violencia. Ellas comenzaron su labor en 2004, exigiendo ser tenidas en cuenta en las decisiones a la hora de hablar de migración forzada, esclarecimiento de la verdad, reparación y los derechos de las sobrevivientes de la guerra en en Colombia.

“Mujer-eres: el teatro como arte sanador” se empezó a trabajar desde 2016 con el apoyo de dramaturgos que las capacitaron en técnicas de teatro, lo corporal y performance. También se recolectaron historias de vida de algunas integrantes de la organización, que luego dieron forma a una puesta en escena desde la memoria con una perspectiva de las mujeres frente a las experiencias del exilio.

“Nos sirve como un mecanismo de denuncia de la violación de los derechos humanos, este proceso de Mujer-eres nos ha ayuda a reconstruirnos en la parte sicosocial y también a organizarnos para visibilizar nuestras causas sobre el exilio relacionadas con la situación de derechos humanos en Colombia”, cuenta Mireya Perea integrante de La Colectiva de Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas y que fue directora del Comité Regional de Derechos Humanos en Sabana Torres, Santander.

Mireya y su esposo denunciaban la desaparición forzada de campesinos y las persecuciones en contra de los defensores de derechos humanos en su región. Esta valentía, y fortaleza, los llevó a que empezaran a recibir constantes amenazas de muerte por parte de grupos paramilitares que operaban en la zona, obligándolos a desplazarse forzadamente y luego salir del país para salvar sus vidas.

teatro mujeres exiliadas2Fotografía: Ricardo Robayo Vallejo/CNMH

“Queridas hermanas, como presagio de la ruptura y el dolor que vendría, el llanto brotó cuando el avión despegó. Fui pasajera de un vuelo ajeno y no era un simple viaje. Mi vida se partió en dos y una parte de mi jamás viajó conmigo”.
Fragmento de la obra “Mujer-eres: el teatro como arte sanador”.

Según Eurostat, entre 2014 y 2016, España alcanzó más de 36 mil solicitudes de protección internacional, dentro de este universo de solicitantes de refugio se encuentran las de personas colombianas que huyeron de la violencia.

Las presentaciones de la obra buscaban mostrar el resultado de un proceso que se construyó durante varios años, para visibilizar las vulneraciones sufridas por las mujeres a causa de la violencia y posicionar las voces de las exiliadas colombianas. “Desde el lenguaje corporal contamos nuestras experiencias de vida, las vulneraciones que vivimos en nuestro país hasta las experiencias del exilio en los lugares de acogida. La memoria nos dignifica y es lo que le da sentido a nuestros dolores, pero también a nuestras resistencias”, dice  María Rosario Vásquez integrante de La Colectiva.

Más de 300 personas llenaron las salas donde se presentó la obra, abriendo de igual manera un espacio de diálogo entre los asistentes y las mujeres exiliadas. “Todo este proceso ha sido muy importante para nosotras porque nos ha ayudado a romper el silencio, a denunciar los crímenes del Estado para que nuestras historias sean visibles en la memoria histórica del país”, dijo *Luz Mery integrante de La Colectiva, quien tuvo que abandonar el país por las constantes amenazas y persecución a su familia.

Mery continua exigiendo justicia por el asesinato de uno de sus hermanos, miembro del partido político Unión Patriótica (UP), en 1987, una ejecución extrajudicial cometida por un agente del antiguo Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en el departamento de Arauca. Luego de las constantes denuncias del asesinato de su hermano, la familia de Luz Mery sufrió la desaparición forzada de otro de sus hermanos que también era integrante de la UP en 1993. La violencia contra su familia no cesó y la única alternativa para salvaguardar su integridad fue el refugio en otro país.

teatro mujeres exiliadas3Escenas de la presentación de la obra “Mujer-eres”. – Fotografía Isa Rubilar Parra

“Las mujeres que hoy nos encontramos aquí, ninguna eligió ser desplazada ni exiliada, el desplazamiento forzado es un delito de lesa humanidad y crimen de guerra. El gobierno tiene las llaves de mi casa, ¿hasta cuándo?… Los invitamos a colocarse en nuestros zapatos para la exigibilidad de nuestros derechos”.
Fragmento de la obra “Mujer-eres: el teatro como arte sanador”.

Alba Teresa Higuera coordinadora de La Colectiva de Mujeres Refugiadas, Exiliadas y Migradas afirma que el impacto de la guerra ha sido desproporcionado en la vida de las mujeres. “Las huellas de estas violencias están escritas en nuestro cuerpo, en nuestro territorio, en nuestras familias, en nuestros procesos comunitarios”, pero también rescata la transformación de estos hechos victimizantes para convertirlos en acciones de resiliencia.

“Uno de los resultados de este proceso Mujer-eres, fue la publicación del libro Rompiendo el silencio: aportes a la construcción de la paz desde el exilio, publicación que contiene los relatos de vida de siete compañeras que fue publicado a inicios de este año”, concluyó Alba Teresa.

“Mujer-eres: el teatro como arte sanador” contó con el apoyo durante estos tres años del Centro Nacional de Memoria Histórica de Colombia (CNMH), la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD) y la Corporación Opción Legal (COL).

*Nombre cambiado por seguridad

 

Presentación de la obra “Mujer-eres”. – Fotografía Isa Rubilar Parra

FUENTE: CENTRO DE MEMORIA HISTÓRICA


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