Menú

Entérate

octubre 18, 2017

Gracias, Margarita Rosa


Ojalá lo revelado por ella sea un lección para que centenares de mujeres visibles salgan del clóset.

Margarita Rosa de Francisco abrió el baúl en el cual se guardaba lo que no se cuenta. Eventos que permanecían ocultos en los meandros de nuestra memoria. Y, claro, fue tendencia en redes, tema de conversaciones en bares y en familias de toda la nación. Por supuesto, es la Mencha, la actriz, la cantante y la estrella de la televisión popular. Y cuando una mujer como ella cuenta lo que contó, un país escucha y asimila una noticia que hace algunas décadas hubiera representado la cárcel.

(Ver: ‘¿Abortos?’, por Margarita Rosa de Francisco)

Lo hace en otro momento, en otro tiempo. Lo hace en este milenio. Lo hace en el 2017, cuando ya la legislación ha cambiado desde hace once años, cuando el aborto hoy es legal, aun cuando, claro, no del todo. Está tranquila, nada le va a pasar, aun si todavía algunas mujeres, pocas, es cierto, están en la cárcel por hechos parecidos. De todas maneras, en el caso de Margarita Rosa los hechos prescribieron hace tiempo.

Las declaraciones públicas de esta famosa y muy buena actriz-cantante coinciden –y no es casual– con los resultados de la encuesta de percepción (Cifras y Conceptos) de La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, realizada en nuestro país hace algunos meses.

Los resultados ilustraron que todavía hay mujeres que no saben que tienen derecho a abortar y que sigue siendo un reto la aplicación de la sentencia de la Corte Constitucional (C355). Sin embargo, gracias a este estudio supimos que más de la mitad de las mujeres entrevistadas conocen y pueden nombrar las tres causales establecidas por la sentencia para la interrupción voluntaria del embarazo (IVE).

Cuando una mujer como ella cuenta lo que contó, un país escucha y asimila una noticia que hace algunas décadas hubiera representado la cárcel

Para las otras sigue existiendo un gran desconocimiento, a menudo aprovechado por los funcionarios y el personal de la salud en un país en donde más del 50 por ciento de los embarazos no son deseados (Encuesta Nacional de Demografía y Salud, 2015). Destaco, sin embargo, un dato muy esperanzador: la mayoría de las mujeres encuestadas afirmaron que la decisión relativa al aborto debería pertenecer solo a las mujeres. No a las iglesias, no al Estado, no al personal de salud ni a las EPS, que sí están en la obligación de cumplir la ley.

Ojalá lo revelado por la Mencha sea un lección para que centenares de mujeres visibles (farándula, medios, política, artes, cultura, etc.) salgan del clóset. Ojalá cuenten abiertamente que optaron por esta salida, que la mayoría no se sintieron culpables, aun cuando algunas sí –nuestra cultura profundamente patriarcal y misógina no se deja vencer tan fácilmente–, y ojalá todas estas mujeres entiendan que es el momento de no dejar solas a las feministas.

Que comencemos a oír decenas de relatos que ayuden a desestigmatizar la interrupción voluntaria del embarazo. Quizás así los idearios sobre el aborto se transformen más velozmente. Muchas mujeres tienen historias tranquilas y desculpabilizadas que merecen ser escuchadas. Algunas tienen historias duras y atroces que también merecen ser escuchadas y comprendidas.

Lo único que sentí en el momento de haber contado mi aborto en el libro ‘Había que decirlo’ (Icono, 2010) fue de no haberlo hecho antes. Hoy, por fin podemos empezar a borrar un famoso grafiti de mujeres feministas uruguayas que decía “Yo aborto, tú abortas, todas callamos”. No, no callaremos más. Nunca más. Abortar es hoy un derecho para todas.

A la Mencha, y a nombre de las mujeres colombianas, le digo gracias por su mensaje.

FLORENCE THOMAS
* Coordinadora del grupo Mujer y Sociedad

FUENTE: EL TIEMPO


Más Noticias